La Iglesia Católica a través de la Congregación de Misioneras de los Sagrados Corazones pretende apropiarse de una porción de terrenos de 5 mil metros cuadrados valorados en más de 600 millones de pesos, ubicados en la avenida Gustavo Mejía Ricart, polígono central de la ciudad de Santo Domingo a pesar de que existen sentencias que adquirieron las cosas irrevocablemente juzga
da.
Los terrenos que corresponden a la señora de origen español María del Carmen Urgell Amorós, son ocupados actualmente por la congregación y este miércoles el Tribunal Superior de Tierras, ventilara la audiencia en apelación.
Para esta audiencia la Iglesia, ha estado tratando de incidir en la decisión de los jueces.
Una mujer de origen español reclamó del Gobierno y de la Congregación de Misioneras de los Sagrados Corazones, Hogar Escuela Mercedes Amiama Blandino,
El doctor Jorge Lora Castillo, representante legal dijo que los religiosos deben devolver 5 mil metros cuadrados, de 10 mil metros que ocupan en la avenida Gustavo Mejía Ricart, equivalente al 50 por ciento a la viuda del general Fernando Sánchez hijo, señora María del Carmen Urgell Amorós.
Dijo que su inmueble se mantiene ocupado por la congregación de misioneras a pesar que la Corte de Apelación de Santiago, en funciones del tribunal de confiscaciones dispuso mediante la sentencia 24 del 23 de septiembre de 1971 la entrega inmediata de su propiedad, pero que a la fecha la congregación de misioneras y el Estado desacata la decisión de un tribunal.
“Acoge las conclusiones de la demandante María del Carmen Urgell y como consecuencia, declara que la confiscación ordenada contra los bienes del señor Fernando A. Sánchez hijo, no afecta la porción de la cónyuge común en bienes, por tener éstos su origen lícito”, precisa la decisión que dispuso la entrega de su propiedad.
En esa decisión el tribunal ordenó la liquidación y partición de la comunidad legal de bienes existentes entre los señores Fernando A. Sánchez hijo y María del Carmen Urgell, sin embargo a la fecha no ha podido tomar posesión de su propiedad.
Los bienes de su esposo el general Sánchez hijo fueron confiscados por su vinculación con el tirano Rafael Leónidas Trujillo, pero que no incluía la parte que le corresponde a su esposa, equivalente al 50 por ciento.