El encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en el país, Robert Thomas, defendió este miércoles las sanciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) en contra del Central Romana Corporation, al considerar que la empresa tiene un “largo y desafortunado historial” de no dar a sus trabajadores el trato que merecen.
El diplomático afirmó que las acciones de Central Romana incluyen, entre otras, la creación de duras condiciones laborales, oferta de viviendas inadecuadas para los trabajadores, oferta de salarios extremadamente bajos, establecimiento de limitaciones a los movimientos de los trabajadores, dejándolos en un estado de aislamiento y provocando el miedo a represalias por denunciar.
Señaló que las agencias gubernamentales estadounidenses, así como los líderes de la sociedad civil, han debatido públicamente la preocupante situación de esta empresa durante muchos años. Sin embargo, algunas de nuestras preocupaciones fundamentales siguen sin resolverse. Ahora la empresa tendrá que rendir cuentas.
Recordó que a partir de este miércoles 23 de noviembre, el gobierno estadounidense, a través de la Agencia de Aduanas y Control Fronterizo, ha prohibido la importación de azúcar de Central Romana a los Estados Unidos.