Santo Domingo. – El ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, demandó formalmente este martes contra el dirigente político Leonardo Faña, a quien acusa de difamarlo a través de diversos medios de comunicación.
En el sometimiento pide al tribunal que sea condenado a seis meses de reclusión y el pago de una indemnización de 6 millones de pesos como resarcimiento a los daños causados, en caso de ser encontrado culpable, esos recursos económicos deberán ser destinados para becas de estudiantes pobres que cursan las carreras de agronomía y veterinaria en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) , el Instituto Superior de Agricultura (ISA), y el Instituto San Ignacio de Loyola.
La acción se produce varias semanas después de que le pidiera que se retractase del señalamiento de que él (Peralta) supuestamente encabeza una mafia en la importación de habichuelas y de que, según la denuncia del político opositor, ha incrementado injustificadamente su patrimonio. Destaca que en ningún momento ha aportado pruebas de la denuncia difundida en periódicos, la radio y la televisión.
La demanda fue presentada por su equipo de abogados, Cristóbal Rodríguez, Marcos Peña y Santiago Rodríguez, por ante la presidencia de la Cámara Penal del Distrito Nacional.
Contiene un voluminoso legajo de documentos, videos y audios en el que se muestran declaraciones difamatorias de Faña en contra del funcionario gubernamental.
Precisa que los fondos provenientes de la demanda serán destinados a becas de estudiantes de escasos recursos económicos que cursan las carreras de agronomía y veterinaria en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y del Instituto Superior de Agricultura (ISA), así como en el Instituto San Ignacio de Loyola.
“Esas acusaciones son politiqueras, falsas e irresponsables; nunca ha aportado una sola prueba ni se ha retractado de su marcada intención difamatoria”, dijo el funcionario en ese momento.
El equipo de abogados, al momento del depósito de la querella, insistió en llamar a la atención de que Faña nunca se retractó, a pesar de que su representado otorgó el tiempo suficiente para que lo hicieera.