La plaza de vendedores que contribuirá desarrabizar la zona que durante años habia sido un anhelo de los trabajadores playeros.
Esa plaza viene a sustituir a destartaladas casetas que sin ningún tipo de higiéne e inocuidad expendían alimentos a los miles de personas que acuden a ese popular balniario.
Ahora se contrapone a la moderniza plaza las casetas que de forma improvisada en el área verde instaló el alcalde Radhames Castro, en la bajadita que da acceso a la playa.
Ojalá que el Ministerio de Tirismo a través del Cestur pueda regularizar la zona, evitando «figones» que alteran lod precios para obtener beneficios pinguí.
Se debe velar por el buen manejo y administracción de esa plaza que les dará otra vista a Boca Chica.