Las dominicanas que murieron en el aparatoso accidente del domingo en la mañana cuando se dirigían a un paseo a las cataratas del Niágara en Búfalo, en la frontera con Canadá, serán sepultadas en la República Dominicana, después de ser velados los cuerpos en una funeraria de Perth Amboy en Nueva Jersey, donde residía la familia.
La dos mujeres, madre e hija, Ondina Castro de la Cruz, de 47 años y Mayelín Brito Castro, de 32, además de la hija de la segunda, Kiara Hernández de 4, perecieron en una carretera en el condado Wyoming, al Norte de Nueva York, cuando el vehículo que abordaban, un KIA Sedona con capacidad para siete pasajeros, fue impactado por una camioneta, cuyo conductor, Richard Sawicki, según la policía estatal estaba borracho y violó una señal de Pare para no cederle el paso a los nueve abordantes que salieron la noche anterior desde la ciudad de Perth Amboy.
La activista de esa ciudad, María Peralta, dijo que todavía no hay detalles del velatorio que se realizará en una funeraria en Nueva Jersey, pero adelantó que los cuerpos llegarán a Perth Amboy el viernes 7 de junio, y luego serán trasladados a República Dominicana.
En el accidente resultaron heridos Ercilio Reyes Brito (Quico), María Brito Castro, de 26, un niño de 14, una niña de 10, dos niños gemelos de 4, que siguen internados en el hospital. Se confirmó anoche que los gemelos siguen graves, uno en estado crítico, mientras que el otro está estable, dentro de su condición.
Reyes Brito (Quico), quien resultó con varias costillas rotas, emigró a Estados Unidos en 1989, y luego trajo a los demás miembros de su familia desde el barrio Capotillo en Santo Domingo, siendo nativos de San Cristóbal.
Una vigilia que se había programado para este miércoles en la noche frente a la casa de las víctimas tuvo que ser pospuesta para hoy, debido a una poderosa tormenta y un tornado que impactaron a Nueva Jersey.
Comunitarios y amigos de las víctimas se han acercado a la familia en muestra de solidaridad y apoyo.
El padre de la menor que falleció en el accidente ofreció declaraciones a medios locales para reclamar justicia. Entre lágrimas, afirmaba que nunca se imaginó que su hija iba a morir de esa edad y menos en un accidente de esa naturaleza.
“Que él pague con todo el peso de la ley por lo que hizo”, pidió Hernández en referencia al conductor que sigue preso, enfrentando cargos de asesinato vehicular, manejar borracho y conducta temeraria.
“No tengo palabras para seguir hablando de esto”, dijo el señor Hernández.
Relató que la última vez que estuvo son la menor fue el sábado antes de la tragedia.
“Es muy triste, nunca pensé que iba a pasar algo así, no puedo ni hablar, porque lo que pasó fue muy grande”, agregó el padre.
“Necesito justicia, esa persona que mató a mi niña, a su madre y su abuela tiene que pagar por eso, y espero que a nadie le pase algo como esto”, dijo Hernández.
En relación a la niña, no está claro si sus restos serán sepultados también en República Dominicana.