A los 65 años, el promedio de la población mundial comienza a desarrollar una gran cantidad de dolencias relacionadas con la vejez.
Estos síntomas, sin embargo, aparecen más temprano en unas personas que en otras.
Problemas de salud como la pérdida de audición, los ataques cardíacos, las lesiones por caídas y las enfermedades neurodegenerativas, pueden manifestarse a edades muy diferentes, según el lugar donde viva la persona.
La diferencia entre aquellos que «envejecen bien» y aquellos que «envejecen temprano» puede ser de hasta tres décadas o más.
Así, por ejemplo, una persona de 45 años en Papúa Nueva Guinea se siente tan vieja como alguien de 75 años en Francia o Singapur.
Esas son algunas de las conclusiones de un estudio publicado en The Lancet, en el que un grupo de científicos analizó los datos de salud de 195 países.
Los años no llegan solos
El estudio analizó el envejecimiento desde el punto de vista del bienestar, y no desde la longevidad.
La investigación se enfocó en la creciente carga de enfermedades relacionadas con el aumento de la edad.
«Estos hallazgos dispares muestran que una mayor esperanza de vida en edades avanzadas puede ser una oportunidad o una amenaza para el bienestar general de las poblaciones, dependiendo de los problemas de salud relacionados con el envejecimiento que la población experimente, sin importar la edad cronológica», dice la doctora Angela Y. Chang, autora principal del estudio.
Los investigadores identificaron 92 dolencias, que conducen a un deterioro irreversible en la salud física y mental. Las más comunes son las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Los cálculos se ajustan a los índices sociodemográficos (SDI, por su siglas en inglés), una medida que, de manera general, muestra el desarrollo de cada país.
El SDI se basa en indicadores como el ingreso promedio, el logro educativo y la tasa de fecundidad total. Pero mientras que los países en desarrollo con un SDI más bajo tienen una esperanza de vida más corta, también sienten el impacto de la vejez mucho más temprano.
¿Cómo se compara tu país?
El análisis mostró que las enfermedades relacionadas con la edad constituían más de la mitad de todos los problemas de salud de los adultos en todo el mundo.
«Los problemas de salud relacionados con la edad pueden llevar a una jubilación anticipada, una fuerza laboral más reducida y un mayor gasto en salud», dice Chang.
«Los líderes gubernamentales y otras partes interesadas que influyen en los sistemas de salud deben tener en cuenta cuándo las personas comienzan a sufrir los efectos negativos del envejecimiento».
Los científicos ahora están centrando su atención en descifrar los factores que pueden retrasar los síntomas del envejecimiento.
Estos factores podrían ser desde la actividad física y dejar de fumar, hasta una mejor organización del sistema de salud.
Comprender esto sería crucial para enfrentar los desafíos de lidiar con el envejecimiento de la población.
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