El cuerpo no puede vivir sin glucosa. El azúcar en la sangre es parte de lo que alimenta a los tejidos de nuestro organismo para crecer. El problema es que también lo utilizan las células cancerígenas para extenderse. Ahora científicos creen haber encontrado la forma de cortar ese suministro.
Y es a través de la azúcar de manosa, un suplemento natural que ha probado ralentizar que se extiendan distintos tipos de cáncer en ratones y mejorado los efectos del tratamiento con quimioterpia, según un estudio realizado por la asociación Cancer Research UK y Cancer Reasearch Worldwide, publicado esta semana en la revista científica Nature.
A pesar de que los resultados son en ratones, los científicos a cargo del estudio esperan que sean aplicables en pacientes humanos, pero necesitan hacer más pruebas, le especificaron al periodista de la BBC Alex Therrien.
Para el experimento, el equipo investigador administró manosa, un tipo de azúcar que se puede encontrar en frutos como los arándanos, a ratones con cáncer de páncreas, pulmón y piel y comprobaron que el crecimiento de los tumores se ralentizaba sin causar efectos secundarios.
Se cree que la manosa, de fácil acceso y que a veces se usa para tratar infecciones del tracto urinario, impide que los tumores utilicen la glucosa para crecer, aunque los expertos que realizaron el estudio advierten que nadie debe tomar manosa creyendo que se va a curar porque todavía hacen falta hacer muchas más pruebas.
Un tratamiento más afectivo
La manosa ha probado no solo ser buena en impedir que determinados cánceres crezcan, sino que ha mejorado los resultados de algunos tratamientos.
En ratones que habían sido tratados con dos de los medicamentos de quimioterapia más utilizados, el cisplatino y la doxorubicina, los investigadores descubrieron que el tratamiento con manosa aumentaba los efectos de la quimioterapia, disminuyendo el ritmo de crecimiento del tumor y su su tamaño, escribió el experto en salud de la BBC.
En el caso de otros tipos de cáncer, como la leucemia, el osteosarcoma (cáncer de huesos), el cáncer de ovario y el intestino, algunas células respondieron bien a la manosa y otras no. Su respuesta parece depender de los niveles que estas células tengan de una enzima que descompone esa azúcar.
El autor principal, el profesor Kevin Ryan, del Instituto Beatson de Cancer Research UK, dijo a Alex Therrien de la BBC que su equipo había encontrado una dosis de manosa que «puede bloquear la glucosa suficiente para retardar el crecimiento del tumor en ratones, pero no tanto como para impedir el crecimiento de los tejidos normales».
Los cuerpos requieren glucosa para obtener energía, pero los tumores cancerígenos también la usan para alimentar su crecimiento.
«Esta es una investigación inicial, pero se espera que encontrar este equilibrio perfecto signifique que, en el futuro, se pueda administrar manosa a los pacientes con cáncer para mejorar la quimioterapia sin dañar su salud general», agregó, recordando la advertencia de que nadie debe auto-suministrarse este suplemento natural sin consultar con su médico.