Consideró, además, que la situación delincuencial que vive el país es una situación grave, y que por tanto las autoridades deben poner empeño en detener la situación.
Los restos de Julissa fueron llevados desde el lunes a la funeraria Blandino de la avenida Sábana Larga, y en la tarde de ayer fueron sepultados en el cementerio Cristo Salvador.
El padre, las hermanas, el esposo, así como otros familiares y allegados de Julissa están consternados por la pérdida inesperada de su pariente.
Sus conocidos la describieron como una mujer trabajadora, responsable y familiar, al tiempo que piden justicia ante el crimen.
Julissa Margarita Campos Hernández murió de manera instantánea al recibir un disparo que hicieron desaprensivos que penetraron la madrugada del lunes a la casa donde residía junto a su esposo y sus tres hijos. Cerca de las 2:00 de la madrugada del lunes, Julissa se percató de que unos individuos estaban dentro de la propiedad en que residen, e intentaban penetrar por la ventana que da desde la sala hacia la galería.
Campos de Hernández vivía junto a su esposo Gustavo Hernández Sánchez y sus tres hijos, dos de ellos menores de edad, en el residencial Acacias II, ubicado próximo al parque de zona franca de la Autopista de San Isidro, Santo Domingo Este. La Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) y de la Policía Científica levantaron huellas, videos y demás evidencias a fin identificar y apresar a los criminales.