En los últimos años los representantes del sector sindical y otros sectores habían insistido en la necesidad de que la Ley 87-01 fuera modificada, pero aunque están de acuerdo con la modificación, no quedaron conformes con algunos aspectos de la reforma que hizo.
Uno de los cambios mejor valorado ha sido el fortalecimiento de la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) y la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados a la Seguridad Social (DIDA).
La nueva ley otorga a la TSS la facultad para el cobro compulsivo y para iniciar acciones penales ante empleadores que no afilien a sus trabajadores y podrá ahora solicitar a la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) el bloqueo de los números de comprobante fiscal de empresas que evadan los pagos a la seguridad social, según explicó el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, cuando dio a conocer la información.
El presidente de la Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), Rafael (Pepe) Abreu, consideró que ese poder coercitivo que se da a la TSS es uno de los aspectos más importantes.
El dirigente sindical también valoró el apoyo económico que a partir de ahora tendrá la DIDA para defender a los afiliados.
La vicepresidente ejecutiva de la Asociación de Industrias (AIRD), Circe Almánzar, también valoró la autonomía que se otorga a la TSS y de la DIDA.