El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ratificó ayer su decisión de retirar las tropas estadounidenses de Siria y afirmó que su país no puede ser la policía del mundo, durante una visita a los efectivos desplegados en Irak.
Trump hizo estas declaraciones tras llegar junto a su esposa, Melania, sobre las 19.16 hora local (16.16 GMT) a la base aérea Al Asad, situada al oeste de Bagdad, en el que es su primer viaje desde que es presidente para visitar a los combatientes destacados en el extranjero.
El mandatario defendió su decisión de retirar las tropas de la vecina Siria, donde hay desplegados 2.000 soldados como parte de una coalición internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), y relató cómo fue dando plazos a los generales estadounidenses para salir de ese país.
“Ellos dijeron recientemente que si podían tener más tiempo. Yo dije no. No pueden tener más tiempo. Han tenido suficiente tiempo. Los hemos noqueado”, aseguró, en alusión a la que ha proclamado como “derrota” del EI en Siria.
Resaltó que ha sostenido “muy buenas conversaciones” con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de quien dijo que también quiere “noquear” al EI y anticipó que lo hará, al igual que otros. “Los Estados Unidos no pueden continuar siendo el policía del mundo”, repitió Trump, quien se opuso a que algunos países usen su país y su credibilidad militar para protegerse.
“Ellos no pagan por ello y tendrán que hacerlo”, agregó Trump, que calificó como “ridículo” que las tropas estadounidenses estén en “países de los que la mayoría de la gente ni siquiera ha oído hablar”.
Por otro lado, Trump destacó que con su visita a las tropas en Irak quiere presentar sus respetos a “los grandes soldados” que permanecen en el país árabe. “Es un lugar del que he estado hablando durante muchos años”, apuntó.
Trump tenía previsto reunirse este miércoles con el primer ministro iraquí, Adel Abdelmahdi, que finalmente fue cancelada.
“Melania y yo tuvimos el honor de visitar a nuestras increíbles tropas en la base aérea de Al Asad en Irak. ¡Dios bendiga a los Estados Unidos!”, señaló posteriormente Trump en Twitter, donde colgó un vídeo sobre su estancia.
El gobernante, vestido de traje oscuro y corbata roja, saludó a más de un centenar de militares reunidos en la base Al Asad, a varios de los cuales estrechó la mano; y quienes respondieron su saludo coreando “USA”
Las reducciones de tropas estadounidenses en zonas de conflicto, y la abrupta forma en que fueron anunciadas, provocaron alarma entre los aliados de Washington y estuvieron entre las causas de la renuncia del secretario de Defensa Jim Mattis, quien fue uno de los pesos pesados de su administración.
Trump también recibió críticas de Francia y de otros aliados, así como de figuras importantes de su propio partido Republicano. AGENCIAS