La modalidad del voto automatizado fue aprobada recientemente y permitido legamente hace apenas 8 meses, pero será mañana cuando se estrenará en un certamen político interno que ha adquirido dimensión nacional, en el que se definirán las candidaturas del gobernante Partido de la Liberación Dominicana y el opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM).
La Ley 15-19, orgánica de régimen electoral, promulgada el 18 de febrero pasado, autoriza a la JCE a automatizar el proceso de votación de forma progresiva, en consulta con las organizaciones políticas, pero lo condiciona a que sea probado el sistema por lo menos seis meses antes de la fecha de votación. Esa ley establece, en su artículo 99, que las pruebas podrían incluir simulacros realizados exclusivamente para la validación de los programas y equipos a usar y que estos podrán utilizarse en las votaciones de gremios y organizaciones de la sociedad civil.
El presidente de la JCE, Julio César Castaños Guzmán, ha dicho que el uso del sistema de voto automatizado en las elecciones del próximo año dependerá del consenso de los partidos y del éxito que se tenga en las primarias internas de mañana.
A criterio del presidente de la JCE, el voto automatizado en las municipales de febrero del 2020 y presidenciales y congresuales de ese mismo año, no será obligatorio, aunque lo estipula la nueva ley electoral, por asunto de logística, entrenamiento y de presupuesto.
Para sustentar su opinión, recordó lo ocurrido con el voto del dominicano en el exterior, que lo estableció la derogada Ley Electoral 275-97, de 1997, pero se aplicó siete años después, en el 2004. Ayer, Castaños Guzmán volvió a señalar que no garantiza que el sistema se utilice en las elecciones de 2020.
Sin embargo, en su página web, la entidad expone las ventajas de la votación automatizada, resaltando que garantiza el secreto del voto, no es trazable, es decir, que no se sabe por quién se votó, no funciona conectado a internet, emite un comprobante impreso, es auditable y no existe probabilidad de voto nulo.