Puerto Príncipe (EFE).- Una tensa calma se registró en las principales ciudades de Haití ayer martes, la víspera de la fecha acordada inicialmente para el fin del mandato del primer ministro Ariel Henry, sin que se hayan celebrado elecciones para designar un nuevo presidente, lo que podría ahondar aún más la crisis interna en el país.
El área metropolitana de Puerto Príncipe y las principales ciudades de provincia estaban aparentemente tranquilas, después de las multitudinarias manifestaciones antigubernamentales del lunes que dejaron un muerto y al menos tres heridos.
Las escuelas permanecen cerradas desde el lunes ante los anuncios de nuevas protestas coincidiendo con el 7 de febrero, fecha en la que tradicionalmente se celebran las investiduras presidenciales.
Hoy, además, expira el mandato de Henry, según un acuerdo firmado entre el primer ministro y la oposición en diciembre de 2022. Henry, máxima autoridad en el país tras el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de junio de 2021, se comprometió a la realización de elecciones, lo que no ha ocurrido hasta el momento, por lo que crece la incertidumbre entre los haitianos sobre lo que acontecerá a partir de mañana.
Haití celebró elecciones presidenciales por última vez en 2016, cuando ganó Moise, y también están pendientes las legislativas, lo que mantiene el Congreso Nacional paralizado, pese a los múltiples llamados de la comunidad internacional a propiciar un clima que permita organizar los comicios pendientes.
Los opositores a Henry han anunciado protestas en todo el país para mañana y el exlíder rebelde haitiano y exconvicto Guy Philippe ha llamado a una revolución para sacar al primer ministro del poder, en medio de la crítica situación social, política y económica que atraviesa la empobrecida nación caribeña, agravada por la violencia extrema de las bandas armadas.
Los grupos armados controlan la capital, Puerto Príncipe y otras partes del territorio de Haití y son responsables de centenares de asesinatos, violaciones, secuestros y otros delitos.
Además, en este país, el más pobre de América, cerca del 50 % de la población sufre inseguridad alimentaria y la mitad de sus algo más de 11 millones de habitantes vive en la pobreza.
La crítica situación que vive Haití llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a aprobar en octubre pasado, a solicitud de Ariel Henry, el envío de una misión multinacional de apoyo a la seguridad, que liderará Kenia y que aún no se ha materializado.