Santo Domingo.- Diversos sectores que involucran a usuarios tanto de paneles solares como del sistema energético tradicional participaron en las vistas públicas convocadas por la Superintendencia de Electricidad (SIE) sobre el Reglamento para la Aprobación, Interconexión y Regulación de Generación Distribuida en Energía, que regulará, entre otros aspectos, el uso de los paneles solares, escenario que aprovecharon para expresar sus inquietudes, principalmente en lo relativo al establecimiento de un sistema equilibrado de pago en el uso de energía renovable.
El nuevo reglamento se encargaría de regular los requisitos de interconexión de los sistemas de energía solar conectados a las redes de distribución, tanto de las empresas distribuidoras (EDE), como de los sistemas aislados.
Actualmente, y tras el crecimiento que ha experimentado el negocio de los paneles solares, existe la urgencia de buscar una salida viable para equilibrar las pérdidas que están teniendo las distribuidoras, con el uso de las líneas de distribución por parte de los usuarios de paneles solares, debido a que siguen conectados al sistema.
“El modelo debe de organizarse para no afectar la organización de la red, mucho menos a terceros y al usuario mismo que la suministra”, afirmó el superintendente de Electricidad, Andrés Astacio, al ofrecer las palabras de introducción, previo al inicio de las intervenciones, en las que participaron representantes de las distintas empresas de paneles solares, quienes también defendieron su tesis en medio de las demandas para que el sistema sea regulado.
El abogado Marcos Ortega, quien habló a título personal, planteó la necesidad de evitar que se les siga cargando a los usuarios del sistema energético tradicional el costo en el que incurren los propietarios de paneles solares, los cuales son favorecidos a través del subsidio individual del Estado. Aseguró que si no se quiere seguir aumentando el monto en subsidios a los usuarios de energía cada quién debe pagar de manera justa sin sacrificar a una u otra parte.
Ortega afirmó que todo lo que hace la SIE se paga con los recursos que las empresas distribuidoras les cobran a los clientes.
“En el estado financiero de la SIE a junio de 2024 no había recibido ni un peso de las agencias del Gobierno, todo el dinero que usa para operar viene de los ingresos del 1% que aportan los clientes igual al nuestro, igual podríamos hablar de las redes, de las brigadas, de las oficinas comercial, entonces: ¿quién se lo gana todo?”, terminó preguntándose Ortega.
Mientras que Ángel Beltré, consumidor del sistema energético tradicional, planteó algunas interrogantes sobre el nuevo reglamento, como la ausencia de alguna estrategia a largo plazo que no los afecte a ellos directamente. “Sabemos que el sistema es muy costoso para las distribuidoras de energía.
Creo que este es un momento para crear un consenso y por encima de eso pensar en cada uno de los dominicanos”, sostuvo Beltré, tras señalar que no todos los dominicanos tienen capacidad para instalar ese tipo de sistema de paneles solares.
Modelo actual
El modelo actual presenta deficiencias, ya que no distingue claramente entre el objetivo principal de autoconsumo de los clientes de paneles solares y la posibilidad de vender energía a las distribuidoras.
Esto significa que cuando los clientes de paneles solares consumen la energía que ellos mismos producen, en lugar de adquirirla de la red, las distribuidoras sufren una pérdida de ingresos.
A ello se añade que las distribuidoras están legalmente obligadas a garantizar energía las 24 horas del día a los clientes de paneles solares, incluso en momentos en los que la producción local no es suficiente, lo cual implica un costo adicional para las distribuidoras. La proliferación de paneles solares está implicando un costo a las EDEs de casi US$ 90 millones de dólares anuales.
Es decir, ya representa una parte importante del déficit del sector eléctrico.
El sector de sistemas aislados de electricidad, que sirve más del 80% de la oferta turística nacional sin recibir subsidios públicos, espera que el nuevo reglamento se encamine hacia un cambio en el sistema de medición de la tarifa, con un modelo de facturación neta, en el cual toda la energía inyectada sea remunerada a un precio inferior al que se paga por la retirada.