República Dominicana necesita con urgencia consensuar el Pacto Nacional del Agua, que requiere una inversión de US$8,564 millones en un plazo de al menos 30 años, pero en corto plazo hay que enfrentar el riesgo que implica la alta contaminación de las cuencas y áreas costeras que van del Este hasta Boca Chica.
En Boca Chica, hay un fuerte problema de salubridad altamente contaminante con materia fecal y la bacteria Escherichia Coli.
“Si un niño se baña en esas aguas puede salir con fiebre”, afirmó Gilberto Reynoso, director ejecutivo del Gabinete del Sector Agua, del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo (Mepyd).
Los litorales costeros marinos están convertidos también en “cloacas”, afirmó el funcionario en un encuentro convocado por el Mepyd y donde el ministro de la entidad, Miguel Ceara Hatton, explicó la necesidad y el compromiso que se requiere de toda la sociedad para priorizar la solución del problema de la demanda de agua.
Ceara Hatton afirmó que en el país los ríos se están secando y ya se está sufriendo las consecuencias. Indicó que en el caso de los hogares, solo el 26% de los hogares dominicanos tiene agua 24 horas y el 95% de las aguas residuales se descarga sin ningún tipo de tratamiento.
Además de que el 60% de las aguas usadas en la agricultura se desperdician, dijo al ofrecer varios indicadores que demandan una atención urgente al problema del servicio de agua en el país, tanto para los hogares, como para el riego agrícola.
El ministro también indicó que entre otros hallazgos preocupantes encontrados es que el 84% de los hogares que tienen inodoros, de estos solo el 20% está conectado a alcantarillados.
“Necesitamos un compromiso nacional para el Pacto por el Agua”, la propuesta del Mepyd es caminar hacia una política de Estado, porque se requiere tiempo y recursos, dijo Ceara Hatton.