SANTO DOMINGO.- De escenario para un diálogo que al final fue infructuoso, en la búsqueda de una solución a la crisis venezolana, la República Dominicana pasa ahora al plano de la confrontación con el régimen chavista que gobierno a Venezuela, en medio de un cerco local e internacional que se estrecha a la velocidad de las manecillas del reloj.
El viraje o fricción de las relaciones dominico-venezolanas, siempre armoniosas y de cooperación, comenzó cuando República Dominicana votó contra la legitimidad de Nicolás Maduro, en la Organización de Estados Americanos (OEA), a raíz de la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente provisional de Venezuela.
Pero las “sospechas” del chavismo por lo que considera “deslealtad” dominicana germinaron aun más atrás, y es cuando en septiembre del 2018 el propio Nicolás Maduro denunció que un general venezolano retirado estaría conspirando desde aquí para derrocarlo.
Desde la óptica del chavismo y sus aliados en el Caribe, República Dominicana vuelve a aparecer en el plano de la conspiración cuando Cuba denunció públicamente, a mediados de febrero, que la base aérea de San Isidro es utilizada por Estados Unidos para realizar maniobras militares con propósitos de intervenir a Venezuela.
Una negación categórica de las autoridades dominicanas ante la acusación de La Habana, no fue suficiente para calmar a Venezuela, y por el contrario, desde Caracas el chavismo ha intensificado su creencia de que RD se estaría prestando para la conspiración en su contra.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, ha dicho este jueves que Venezuela ha establecido contactos con el Gobierno de República Dominicana con el fin de alertarle sobre la utilización de sus territorios para el lanzamiento de operaciones estadounidenses contra ese país.
Los supuestos contactos de los que habla Arreaza fueron desmentidos este vienes por el gobierno dominicano.
En ese sentido, el portavoz de la Presidencia, Roberto Rodríguez Marchena, afirmó que “es falso que el Gobierno de Nicolás Maduro se haya puesto en contacto” con República Dominicana “por ninguna vía”, ni para alertarles “de ninguna situación, ni con ningún otro motivo”.
“La única información que tenemos es la aparecida en los medios de comunicación”, precisó Rodríguez Marchena, haciéndose eco del comunicado difundido por Arreaza a través de Twitter.
Este viernes, y en respuesta al gobierno dominicano, el canciller venezolano fue enfático al afirmar que el régimen de Maduro tiene pruebas de conversaciones con el canciller Miguel Vargas Maldonado sobre el presunto uso de RD para conspirar contra el chavismo.
Incluso, el gobierno dominicano, en boca de Rodríguez Marchena, cuestiona la eficiencia de los servicios de inteligencia del régimen chavista
“Si como él afirma (el canciller venezolano), esa es la información que le están suministrando sus servicios de inteligencia, nosotros debemos afirmar que se ha producido un fallo en esos servicios”, aseguró el funcionario dominicano.
“Que estudien bien la situación y las evidencias que les plantea (el servicio de inteligencia), puesto que le están llegando informaciones equivocadas”, precisó el vocero del Palacio Nacional.
También dijo que República Dominicana reafirma su apoyo a todas las iniciativas encaminadas a hacer llegar ayuda humanitaria al pueblo venezolano para mitigar la difícil situación por la que está pasando, ayuda que dicho sea de paso es rechazada por el gobierno de Maduro.
República Dominicana y Venezuela son socios en el importante negocio de los combustibles, pues ambos países comparten acciones en la Refinería Dominicana de Petróleo, S.A (Refidomsa).
En Refidomsa-PDV, que es el nombre que adquirió la empresa tras la sociedad, el Estado dominicano cuenta con un 51% de las acciones; y PDV Caribe (Venezuela), el 49 por ciento.