Para quienes no están acostumbrados, la marcha nórdica puede tener un aire un tanto absurdo… al fin y al cabo es como esquiar sin nieve.
Pero cada vez son más los expertos que destacan sus beneficios para la salud.
La marcha nórdica, o caminata nórdica, es un tipo de ejercicio que se originó en Finlandia en la década de 1930 como entrenamiento de verano para los esquiadores de fondo profesionales.
Se basa en el uso de unos bastones especiales para caminar, parecidos a los del esquí, que, además de trabajar los músculos de la parte superior del cuerpo, sirven de propulsión para avanzar.
Este tipo de ejercicio ahora está reconocido como una actividad física que involucra al cuerpo entero, tanto que puede consumir más de un 40% más de energía que una caminata convencional.
Además es suave para las articulaciones y adecuado para todas las edades y niveles de estado físico, y se puede practicar en cualquier lugar al aire libre.
Los niveles de intensidad varían y son sumamente adaptables: desde paseos suaves para personas con problemas de movilidad hasta caminatas enérgicas para gente que ya está en forma, que pueden ser una manera eficaz de mejorar el estado físico, ayudar a perder peso y tonificar el cuerpo entero.
Beneficios para la salud
Las autoridades de la salud de Inglaterra acaban de incluir la marcha nórdica en una lista de actividades regulares recomendables para todos lo adultos para fortalecer los músculos, los huesos y potenciar el equilibrio.
Igual que otros tipos de actividades moderadas, la caminata nórdica básica puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como cardiopatías y diabetes de tipo 2, asma, derrame y algunos tipos de cáncer.
Además, como cualquier otro ejercicio, puede usarse como parte de un programa de pérdida de peso.
La marcha nórdica no afecta a las articulaciones más que caminar, así que es adecuada para personas que tienen sobrepeso o problemas de articulaciones.
Hay que aprender la técnica
No es simplemente echarse a andar con un bastón.
El servicio de Salud Pública de Reino Unido recomienda aprender la técnica básica de la marcha nórdica con un instructor cualificado.
Cuando se realiza con la técnica adecuada los bastones alivian el peso de las rodillas y de las articulaciones inferiores, lo cual hace que sientas los pies más ligeros.
Los bastones de la marcha nórdica son diferentes de los utilizados para hacer senderismo, por la manera en la que se utiliza el asa y por el ángulo en el que se incrustan en el suelo.
Hay distintos movimientos dentro de esta disciplina dependiendo, por ejemplo, de cada cuántos pasos se apoyan los bastones o de si el movimiento es saltando, corriendo o caminando.
FUENTE: BBC News Mundo