Si eres de aquellos que después de levantarse estás torpe y no se te puede ni hablar a causa del mal humor, debes saber que no es algo que va ligado a la personalidad sino a un fenómeno neuronal.
En realidad, de acuerdo a la ciencia, se trata de un estado por el que la mayoría de nosotros pasamos al despertarnos y que se llama inercia del sueño.
La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM, por sus siglas en inglés) incluye la inercia del sueño como un tipo de parasomnia que puede afectar tanto a adolescentes como adultos.
Y un estudio de la Universidad de Harvard en 2006 describió esta fase como «el deterioro del rendimiento cognitivo que se produce inmediatamente después de despertarnos, que decae durante decenas de minutos».
En concreto, y según otro experimento liderado por el doctor Raphael Vallat de la Universidad de Berkeley en California, este tiempo de «torpeza» se caracteriza por una acentuada reducción de la vigilancia, un incremento de la somnolencia y un rendimiento cerebral deficiente.
Este experimento midió la actividad cerebral de 34 personas en 3 momentos distintos: 45 minutos antes de dormir una siesta, 5 minutos después de despertarse y luego una vez más pasados los 25 minutos.
Los resultados de esa investigación efectivamente comprobaron una disminución del rendimiento cerebral que se prolongaba cerca de media hora.
Además, también certificó que durante el tiempo que dura la inercia del sueño, el cerebro permanece realizando funciones que son exclusivas de cuando estamos durmiendo.
Y que si el sueño se interrumpía en una fase profunda del mismo, los bajones en el rendimiento cerebral eran aún mayores.
Este estudio, uno de los más recientes, fue publicado en la revista científica NeuroImage en 2018 y basó su investigación de la inercia del sueño en pruebas de rendimiento a los participantes, electroencefalogramas y resonancias magnéticas.
Sin embargo, otros trabajos previos estudiaron este fenómeno, las consideraciones a tener en cuenta según las actividades que se realizan inmediatamente después de despertarse y las posibles formas de contrarrestarlo.
Profesiones de riesgo
Un estudio de la Universidad del Sur de Australia de 2016 destacó que este proceso es un motivo de preocupación para trabajadores que están de guardia o que efectúan tareas de máxima seguridad inmediatamente después de levantarse.
Esta investigación apuntó cómo la inercia de sueño pudo haber influido en graves accidentes. Por ejemplo, en el ocurrido en India en 2010, cuando un accidente de avión dejó 158 muertos.
El informe del gobierno de India concluyó que «el piloto había dormido de forma prolongada durante el vuelo, lo que pudo haber provocado inercia del sueño. Como resultado del relativo corto tiempo entre despertarse y tener que maniobrar, posiblemente contribuyó a errores en la toma de decisiones».
El estudio de la Universidad del Sur de Australia evaluó cuánto podría contrarrestarse la inercia del sueño consumiendo cafeína, lavándose la cara, o variando la luz, la temperatura y el sonido dentro de la habitación.
Los resultados determinaron que ninguno de estos factores produjo un cambio significativo en la inercia del sueño hasta pasados al menos 15 minutos después de despertarse.
Por lo tanto, recomendaron la continuación de investigaciones y evitar realizar tareas que requieran seguridad y máxima concentración inmediatamente después de salir de la cama.
FUENTE: BBC News Mundo