Jo Myatt, una mujer británica de 43 años, visitó a su médico cinco veces durante varios años antes de que le diagnosticaran que el cáncer de mama que había padecido se había extendido a su hígado y huesos.
«Me sentía una hipocondríaca por ir al médico todo el tiempo», dice.
Sus síntomas comenzaron con irregularidades en la menstruación y náuseas, hasta que se tornaron más serios y persistentes, imposibilitándole mover el cuello.
Las señales se debían al cáncer de mama metastásico —también conocido como cáncer de seno en etapa IV—, que se produce cuando el cáncer de seno se disemina a otras partes del cuerpo, más comúnmente al hígado, el cerebro, los huesos o los pulmones.
Sin embargo, le cuenta Myatt a la BBC, nadie le había mencionado esta posibilidad cuando le hicieron su diagnóstico hace 10 años.
«Quedé devastada. Me sentía estúpida e ingenua», dice.
«La gente no se da cuenta de que se puede trasladar a otra partes del cuerpo, aunque no tengas nada en el pecho».
Myatt ahora está siguiendo su cuarto tratamiento y espera ansiosa los resultados de sus últimos escáneres.
Sabe que no le quedan muchas opciones, por eso quiere ayudar a que otras mujeres tomen conciencia de esta enfermedad derivada del cáncer de mama.
«Si estás preocupada por el dolor, haz que los médicos revisen tu historial clínico».
«No te estás volviendo loca. Cuando antes se encuentre el cáncer secundario (…), más fácil será contenerlo».
Sin cura
El cáncer de pecho es el cáncer más frecuente en las mujeres, y afecta a 2,1 millones de mujeres al año en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
También causa el mayor número de muertes vinculadas al cáncer en mujeres.
Se estima que en 2018, 627.000 mujeres murieron de cáncer de mama. Esto equivale aproximadamente al 15% de todas las muertes por cáncer en mujeres.
Si bien en los últimos años ha aumentado la conciencia sobre el cáncer de mama primario, una organización sin fines de lucro británica señala la importancia de crear conciencia y difundir información sobre el hecho de que la enfermedad puede diseminarse por el cuerpo.
¿Cómo reconocer los síntomas?
Dependiendo de a qué parte del cuerpo se han diseminado, varían. Pero los síntomas más comunes incluyen:
- Pérdida inesperada de peso o falta de apetito
- Molestia o hinchazón bajo las costillas o en la zona abdominal alta
- Dolores de cabeza severos o continuos
- Alteraciones en el habla o la visión
- Náuseas
- Falta de aire o tos seca
- Pérdida de equilibrio o debilidad o insensibilidad en las extremidades
- Bultos o hinchazón bajo el brazo, esternón o clavícula
- Dolor en los huesos (por ejemplo en la espalda, caderas o costillas) que no mejora con calmantes y que pueden empeorar por la noche
Según explica Helen Stokes-Lampard, profesora del Colegio Real de Médicos de Familia, algunos de estos síntomas «son muy difíciles de interpretar porque son vagos en sus estadios iniciales».
Cómo se disemina
Las células cancerígenas pueden separarse del tumor original en el pecho y viajar a otras partes del cuerpo por el torrente sanguíneo o el sistema linfático, que es una extensa red de nódulos y vasos sanguíneos cuya función es eliminar bacterias, virus y desechos celulares.
Según señala la organización benéfica breastcancer.org, el cáncer puede manifestarse en otra parte del cuerpo meses incluso años después del diagnóstico y tratamiento original.
Cerca del 30% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de pecho en estadio temprano, desarrollarán cáncer metastásico.
Aunque ahora el tumor metastásico se aloje en otra región del cuerpo, igualmente está conformado por células de cáncer de mama y no del órgano donde se encuentra.
El cáncer de mama mestastásico no tiene cura. Los pacientes permanecen en tratamiento por el resto de su vida.
FUENTE: BBC News Mundo