El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, llegará hoy a República Dominicana y luego viajará a México, dos países que han adoptado posiciones distintas ante la crisis venezolana generada por la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino de ese país latinoamericano.
Sánchez, que reconocerá la legitimidad de Guaidó si el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no convoca elecciones antes del 3 de febrero, se reunirá aquí con el presidente dominicano, Danilo Medina, cuyo Gobierno ha expresado su apoyo al primero de ellos en la Organización de Estados Americanos (OEA).
El jefe del Gobierno español se reunirá el miércoles con el presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que reconoce a Maduro, aunque apuesta, junto con Uruguay, por una tercera vía de diálogo dentro de la comunidad iberoamericana.
Esta será el cuarto viaje de Sánchez a Latinoamérica desde que llegó al poder en junio del año pasado, una muestra de la prioridad que concede a la región.
Fuentes del Palacio de la Moncloa (sede de la Presidencia del Ejecutivo) confirmaron que la crisis de Venezuela figura en la agenda de las reuniones bilaterales que Sánchez mantendrá con Medina y López Obrador y que la posibilidad de “hacer cosas conjuntamente” va a estar encima de la mesa.
También aseguran que hay una “sintonía enorme” entre ambos políticos y confían en que de su intercambio de ideas puedan surgir “iniciativas constructivas, que involucren a la región y que se hagan en beneficio del pueblo de Venezuela”.
La decisión de la Unión Europea (UE) de crear un “grupo de contacto” formado por países europeos y de la región para promover el diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolanos será una de las iniciativas que Sánchez planteará a Medina y a López Obrador.
Sánchez les explicará que para la UE y para España lo más importante es que en Venezuela haya elecciones libres y democráticas, con observadores internacionales, porque lo mejor para el pueblo venezolano es que elija por sí mismo a su presidente y que haya una salida pacífica y dialogada a la situación.
Una posición que Sánchez considera compatible con la exigencia de diálogo y de “no injerencia” de México, cuya postura es casi una excepción en América Latina, donde la gran mayoría de países ha reconocido a Guaidó. Con su visita, Sánchez se convierte en el primer gobernante al que recibe López Obrador desde su toma de posesión el pasado 1 de diciembre. Ambos ofrecerán una conferencia de prensa el 30 de enero y suscribirán varias declaraciones conjuntas.
Las fuentes de Moncloa señalan que América Latina es una de las grandes prioridades de Sánchez, con México como un país fundamental, que además celebra este año el 80 aniversario de la llegada del exilio español tras la Guerra Civil de 1936-1939.