Hace ya más de dos años desde que la Procuraduría Especializada en Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) allanó las oficinas de la Federación Dominicana de Fútbol por la apertura de una investigación contra su presidente, Osiris Guzmán, a quien en ese entonces se denunció por manejo doloso de unos 125 millones de pesos.
Desde el 16 de marzo del 2016 a la fecha, el Ministerio Público no ha vuelto hacer referencia sobre la referida pesquisas donde además se allanó las instalaciones del denominado “Proyecto Goal”, la infraestructura construida con fondos de la FIFA concedidos durante la gestión de Joseph Blatter, destituido del puesto por cargos de corrupción.
Laura Guerrero Pelletier, directora de la PEPCA, refirió en ese momento que desde agosto del 2015 estaban recibiendo denuncias de irregularidades en la entidad y que desde ese entonces iniciaron la investigación por la que hasta el día de hoy no hay nadie sometido a la justicia.
“La Federación de Fútbol maneja fondos tanto provenientes de organizaciones internacionales como del Estado dominicano y desde hace meses estamos recibiendo denuncias de corrupción, pero todavía estamos en una fase sensible de la investigación, por lo que debemos esperar antes de ofrecer mayores detalles”, manifestó en ese entonces Guerrero Pelletier.
En ese momento, Guzmán aspiraba a la senaduría de San Cristóbal por el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
La investigación que la FIFA hizo a la gestión de Osiris Guzmán Delgado solo abarcó poco más de cuatro (2013-2018) de los casi 20 años que este duró al frente del fútbol dominicano, pero encontró suficientes irregularidades para expulsarlo por 10 años.
Una de esta es un total de US$87,000 que depositó en una cuenta personal de Guzmán el ex presidente de la Concacaf, Jefrrey Webb, un ex banquero caimanés preso desde 2015 a la espera de un juicio en Nueva York acusado de recibir sobornos por US$6,7 millones en el escándalo que estremeció la FIFA.
El dinero, entregado entre diciembre de 2013 y diciembre de 2014 en tres pagos, iría destinado a un programa de desarrollo al fútbol base y juvenil en el país. Pero el proyecto nunca fue licitado o aprobado por el comité ejecutivo de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe ni de Fedofútbol. Fue un trato entre Webb y Guzmán.
El informe presentado por la Cámara Contenciosa de la FIFA explica que los recursos fueron supuestamente distribuido entre miembros del ejecutivo y empleados de Fedofútbol.