El mandatario de Brasil entre 2003 y 2011, de 73 años, cumple actualmente una pena de ocho años y diez meses de prisión por corrupción y blanqueo de capitales.
La alcaldía parisina apuntó que con su acción en apoyo de los desfavorecidos, Lula, que clama su inocencia, ayudó a sacar de la extrema pobreza y a acceder a derechos y servicios esenciales a unos 30 millones de brasileños.
Su comunicado añadió que el expresidente destacó también «por su política voluntariosa de lucha contra las discriminaciones raciales, particularmente marcadas en Brasil».
La concesión de la ciudadanía de honor fue aprobada por el Consejo de París, el órgano plenario del consistorio de la capital francesa, en línea con su defensa de los derechos humanos y del libre ejercicio de los cargos públicos. EFE