“Ver tantas personas aquí es una bendición; gracias por hacer esta noche especial”, expresó Antonio Peter de la Rosa, nombre original del artista. “El Fuerte” rompió paradigmas al llevar su público, su música y su estilo a la concha acústica más moderna del Caribe. Imponiéndose a los presagios, se convirtió en el primer artista urbano en presentarse en solitario y en un concierto pago en el anfiteatro.
El mambero fue respaldado por la fidelidad de un público mixto, que le esperó por casi tres horas para verlo salir a escena. Con olas humanas, la gente mostró afecto y fascinación. Hombres y mujeres expresaron sin miedos el gusto por Omega, mientras le vociferaban, bailaban y solicitaban sus canciones preferidas.
Al rey del mambo se le veía más sereno en el escenario, con una calma dentro de su enérgica personalidad que mostraba un transformado Omega, que quiere una oportunidad para seguir brillando y revirtiendo las sombras de su pasado.
“El hombre que no tiene una verdadera mujer en su vida no tiene organización, no tiene estabilidad, no tiene un norte”, dijo “El Fuerte” en admiración a la mujer. “No importa cuál sea tu problema, siempre la gracia de Dios llegará a ti”, expresó el exponente, quien acompañó su presentación con varios mensajes de agradecimiento a Dios, a su gente, su público, y al productor Luis Medrano.
Agradecido de poder subir a “un escenario como este, que beneficia la música y nuestra cultura”, con un repertorio nutrido de temas populares como “Chambonea”, “Tú no ta pa mí’” y “Tú si quieres, tú no quieres”, complació a sus seguidores con su selección.