Moscú.- Rusia acusó este jueves a Washington de estar detrás del ataque ucraniano al Kremlin y de otros atentados en territorio ruso.
«Sabemos que las decisiones sobre los atentados no se toman en Kiev, sino en Washington», afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Estados Unidos «decide los objetivos y los medios y Kiev ejecuta», sostuvo.
«No siempre se le da permiso a Kiev para elegir los medios», agregó.
Peskov afirmó que Moscú es «perfectamente consciente» de ello y Washington debe entenderlo.
El portavoz del Kremlin aseguró que está en marcha una «investigación exhaustiva» del ataque con drones contra el Kremlin y que la respuesta rusa será «equilibrada y correspondiente a los intereses» del país.
Al ser preguntado sobre el impacto material de la caída de los restos de los drones derribados, Peskov dijo que resultaron dañadas dos placas de cobre de la cúpula del Palacio del Senado del Kremlin.
«Otros daños o destrozos no se han registrado», recalcó.
En cuanto a la reacción del líder ruso, Vladímir Putin, al ataque, Peskov dijo que en situaciones extremas Putin siempre «mantiene la serenidad, la concentración y la claridad en las evaluaciones y las órdenes que imparte».
A la vez, indicó que lo ocurrido no va a alterar los planes de Putin, que hoy trabajará en el Kremlin y no en su residencia de Novo-Ogariovo, en las afueras de Moscú.
Con todo, las medidas de seguridad después del ataque al Kremlin serán reforzadas, aseguró Peskov.
El portavoz de la Presidencia rusa confirmó nuevamente que el desfile del 9 de mayo en la plaza Roja en el que intervendrá Putin se mantiene sin cambios.
Mientras, el Ministerio de Exteriores ruso difundió un comunicado en el que recordó que Moscú se reserva el derecho a responder a los intentos de cometer atentados en Rusia.
«Estos crímenes no deben quedarse sin respuesta (…) Estamos convencidos de que los culpables serán hallados y llevarán un castigo severo e inevitable», señala la nota oficial.
Moscú pidió a otros países y organizaciones internacionales que condenen las acciones «criminales» de Kiev y le obliguen a «cumplir con sus obligaciones en el ámbito de la lucha contra el terrorismo, el derecho humanitario y la protección de los derechos humanos».