Durante las celebraciones en la capital por el 75mo aniversario de su partido gobernante, Corea del Norte mostró varios sistemas armamentísticos, incluidos dos misiles mostrados por primera vez a un público extranjero. Uno de ellos parecía ser un misil balístico intercontinental más grande que los que ya se conocían del arsenal norcoreano, y el otro sería probablemente una versión mejorada de un misil que podía lanzarse desde submarinos.
Aunque algunos expertos señalaron que podría tratarse de réplicas de misiles aún en desarrollo, su presentación sugería que Corea del Norte ha seguido desarrollando su capacidad armamentística en un momento de estancamiento de las negociaciones nucleares con Estados Unidos.
El Ministerio surcoreano de Defensa expresó su preocupación el domingo por el hecho de que “Corea del Norte presentara armas, incluido lo que se sospecha era un misil balístico de largo alcance”. El comunicado del Ministerio exigía que Corea del Norte cumpliera los acuerdos intercoreanos de 2018 dirigidos a reducir la hostilidad.
El Ministerio surcoreano de Exteriores emitió un comunicado separado instando a Corea del Norte a regresar a la mesa de negociaciones para ofrecer progresos en su compromiso previo de alcanzar la desnuclearización y la paz en la Península de Corea.
Tras una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad Nacional, los miembros del consejo en Corea del Sur dijeron que seguirían analizando la relevancia estratégica de las armas mostradas en el desfile y evaluando la capacidad defensiva de Corea del Sur.
Los lazos entre los dos países siguen siendo tensos, y las conversaciones nucleares entre Pyongyang y Washington están paralizadas.
Durante un discurso en el desfile militar, el líder norcoreano, Kim Jong Un, advirtió que movilizaría por completo su capacidad nuclear si era amenazado, aunque evitó hacer críticas directas a Washington.
El hecho de que Kim mantenga su moratoria autoimpuesta sobre pruebas de misiles de largo alcance indica que aún quiere tener oportunidad para recurrir a la diplomacia con Estados Unidos. Pero algunos expertos creen que hará ensayos armamentísticos importantes tras las elecciones presidenciales en noviembre para reforzar su posición negociadora con el ganador de los comicios.