Hoy cuando se aplica la primera fase de la reapertura de las actividades económicas, los usuarios se aprestaban abordar el tren para dirigirse a sus lugares de trabajo, previo a cumplir con las medidas sanitarias exigidas por las autoridades.
Una vez las personas arribaban a la entrada de las paradas se les exigida tener puestas mascarillas, y después los agentes de seguridad del Metro les desinfectaban las plantas de los pies con una especie de aerosol.
Luego de subir las escaleras y antes de ingresar a los vagones, los mismos agentes daban indicaciones para que las personas guarden el distanciamiento.
Con el avance de las horas, la cantidad de usuarios ha incrementado considerablemente.
Una media que se observó cumplir entre los pasajeros era que guardaban silencio y solo se escuchaban comentarios esporádicos.
Una mujer que quiso hacer una pequeña prédica fue mandada a callar por los agentes de seguridad.