Frente a la rapidez, los tiempos marcados y el estrés que llevan a una alimentación inestable, la macrobiótica se presenta como un nuevo estilo de vida basado en la filosofía oriental del yin y el yang que busca el equilibrio en la comida así como el bienestar mental.
La macrobiótica, lejos de considerarse como una dieta para perder o ganar peso, es una herramienta que se enfoca en la energía y la armonía de los alimentos con el fin de ayudar a asentar una rutina de nutrición.
“Según la medicina china, hay una asociación entre el estado de salud de un órgano y ciertas emociones. Una persona con mucho miedo lo que me está diciendo es que tiene poca energía de riñón”, explica Sonia Ferre, directora y propietaria de MasQi, un retiro de vida sana en el entorno natural de la Sierra de Mariola, Alicante.
Y es que la macrobiótica establece por un lado el yin, una energía ascendente, expansiva, relajante y en la que se incluyen ingredientes como la fruta tropical, el alcohol, lácteos o azúcar. Por el otro, el yang es descendente, contractivo y caliente asociado con el estrés y con alimentos como la carne roja, quesos o sal.
“Todos llevamos una vida mega yang, somos competitivos y queremos ser perfectos, lo que nos genera un montón de estrés y tensión. Cuando vamos así por la vida necesitamos algo de yin extremo, y por eso no podemos vivir sin chocolate o vino. Necesitamos equilibrar”, cuenta Ferre.
Pero lo ideal en la alimentación es enfocarla hacia la armonía que está entre el yin y el yang con ingredientes como el pescado, marisco, cereales integrales, legumbres, semillas o frutas de clima templado que permiten establecer ese equilibrio.
“Esta es la fuente de energía cuando estás ‘a tope’ y sientes que puedes con todo. Los cereales son la mejor fuente de carbohidrato de buena calidad”, cuenta Ferre, que recomienda probar la crema de arroz integral para desayunar, ya que aporta energía durante toda la mañana.
Esta filosofía, todavía desconocida para algunas personas, se plasma en el programa de adelgazamiento y belleza natural que ofrece Masqi, donde combina la dieta macrobiótica, mentoring, yoga y meditación y una terapia de reducción del perímetro abdominal.
El programa, de dos semanas de duración, resuelve el “origen del sobrepeso”, con una agenda y horarios marcados desde el comienzo- uno de los tratamiento es previo a la estancia-, una dieta detox de 3 días a base de líquidos, y a continuación, otra de 11 días específica para bajar de peso y basada en la macrobiótica.
El tratamiento de reducción del perímetro abdominal actúa sobre la grasa, “en seis sesiones se garantiza una pérdida de entre 4 y 6 centímetros”, asegura María José Bordera Rojas, fisioterapeuta especialista en Dermatofuncional.
Además, dentro del programa, destacan actividades diarias como el yoga en sus diferentes modalidades, meditación, conciertos, charlas y talleres enfocados en el estilo de vida sano.
“Intentamos hacer que la gente comprenda cómo afecta el estrés y cómo es un pensamiento”, explica Ferre, que además resalta que todo se enfoca en sanar desde dentro y hacia fuera, en cambiar la mentalidad de uno.