Santo Domingo (EFE).- República Dominicana vive este jueves una jornada de luto nacional por las víctimas de la explosión y posterior incendio el lunes en una zona comercial en la provincia de San Cristóbal, en las cercanías de Santo Domingo, que ha dejado 27 muertos y decenas de heridos y cuyo origen sigue sin precisarse.
En medio de la conmoción generada por la tragedia, el presidente dominicano, Luis Abinader, declaró este jueves día de duelo nacional por el siniestro, por lo que las banderas ondean a media asta en los recintos militares y los edificios públicos.
El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) cifra en 27 los muertos en el siniestro, algunos de los cuales quedaron totalmente calcinados, mientras que los heridos son 59, la mayoría de ellos ya dados de alta.
Los que permanecen ingresados tienen quemaduras de entre el 40 y el 50 %, informó este jueves el Ministerio de Salud Pública.
Aunque el COE asegura que ya no hay desaparecidos, varias personas afirman que desconocen el paradero de sus familiares y, tres días después, siguen reclamando información.
El titular del COE, el general Juan Manuel Méndez, dijo la víspera que los procedimientos para la identificación de las víctimas pueden llevar días y hay que esperar a que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) realice las pruebas de ADN correspondientes, puesto que muchos cuerpos no son identificables de otro modo dado su estado.
Por otra parte, Salud Pública informó hoy de que más de un centenar de personas han recibido asistencia psicológica en la zona y que el común denominador es “pánico, angustia y desolación».
Señaló que una veintena de brigadas realizan labores casa por casa para identificar, además, posibles afecciones respiratorias y otras enfermedades que pudieran intensificarse por la tragedia.
Tres días después del accidente se siguen investigando las causas de la explosión, que presuntamente se inició en una ferretería y se extendió a otros comercios, los cuales quedaron totalmente destruidos, por lo que autoridades de la zona aseguran que los daños materiales son cuantiosos.
Abinader, quien se declaró impactado por la situación y ya ha visitado dos veces San Cristóbal, ordenó que efectivos de la Dirección de Inteligencia de las Fuerzas Armadas se incorporen a la investigación para esclarecer las causas de la explosión.
El jefe de Estado afirmó que el Gobierno dominicano dispondrá toda la ayuda necesaria para los afectados, al tiempo que se evaluará la situación de las infraestructuras que pueda suponer un peligro para proceder a su demolición.
Esta tragedia se suma a una ocurrida en octubre de 2020 en el municipio de Licey Al Medio, en Santiago (norte del país), donde once personas murieron a causa de un incendio en una estación de gas propano, cuyos propietarios fueron detenidos entonces por el incidente.
También se registró un siniestro de este tipo en diciembre de 2018 en una fábrica de plásticos en el sector capitalino de Villas Agrícolas, causada por una fuga de gas y que dejó ocho muertos y decenas de heridos de diversa consideración.