Que se juegue Grandes Ligas en 2020 parece hoy menos probable que hace apenas cinco días y no es que la Organización Mundial de la Salud haya informado esta semana que el COVID-19 tendría un rebrote mayúsculo en el verano o que se hayan descartado todas las opciones de vacuna o medicamentos para enfrentar la enfermedad.
La propuesta lanzada por la MLB el lunes y enviada ayer al sindicato de peloteros contiene sustancia tan inflamable como la gasolina para apagar los vertederos de Duquesa y Rafey.
Los jugadores no aceptan otra oferta para salir al terreno que la acordada el 26 de marzo, donde cedieron cobrar una proporción del sueldo en función de la cantidad de juego que tenga el calendario basado en los 162 partidos tradicionales. Es decir, si su contrato garantizaba US$10 millones en un curso normal y en este solo se jugarán 81 encuentros que su pago fuera de US$5 millones.
Con la fórmula que el sindicato de peloteros (MLBPA en inglés) acordó y defiende para los peloteros dominicanos que tienen contrato garantizado representaría dejar de percibir US$195,665,146 en el formato de temporada que plantea la MLB arrancando en julio.
Los mayores perdedores serían Manny Machado, que dejarían de percibir US$16 millones, Albert Pujols (US$14,5 MM), Robinson Canó (US$12 MM), Johnny Cueto (US$10,5 MM), Carlos Santana (US$10,4 MM), Marcell Ozuna (US$9 MM), Jean Segura (US$7,4 MM), Edwin Encarnación y Nelson Cruz (US$6 MM) cada uno.
A talentos jóvenes como Fernando Tatis, Víctor Robles, Luis Castillo, Amed Rosario, Adalberto Mondesí y Ramón Laureano sus equipos habían asignado US$583,500, pero con el nuevo escenario bajarían a la mitad, es decir, US$291,750. Wilmer Difó, Yimi García, Michael Féliz, Carlos Estévez, Miguel Castro y Rafael Dolis tendrán que esperar para alcanzar o superar la barrera del millón y se conformarían con la mitad. Todo esto antes de impuestos federales, que sube al umbral máximo de 39% cuando alcanza los US$300,000.
Pero los dueños quieren que los honorarios salgan del 50% que genere la liga en un año especial, donde se comenzaría a jugar en julio sin público en las tribunas. Estimaciones conservadoras apuntan a que los ingresos de la MLB caerían de los US$10,300 millones que estimó Forbes en 2019 hasta US$5,100 millones este 2020.