Desde el llamado al confinamiento para evitar la propagación de la pandemia del COVID-19 en todo el mundo, las distintas actividades que realiza la iglesia católica en la cuaresma fueron suspendidas por el Vaticano, al coincidir esta fecha donde los cristianos conmemoran los cuarenta días de Jesús en el desierto, con el aumento y expansión del coronavirus.
Los católicos de todos los países se han visto obligados a participar de los diversos viacrucis, retiros, eucaristías y otras actividades religiosas a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
Fue de gran asombro para los creyentes la histórica bendición «Urbi et Orbi» -a la ciudad y al mundo- del papa Francisco desde una plaza de San Pedro del Vaticano totalmente vacía el pasado 27 de este mes.
Este Domingo de Ramos, inicio de la Semana Santa, no será distinto para las celebraciones que se realizan en Roma y en el mundo, en especial para República Dominicana.
El Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, ha dispuesto que toda la Arquidiócesis del país, realice cambios en las actividades litúrgicas, donde se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
Este Domingo de Ramos es tradición que todas las parroquias del mundo realicen una procesión por las distintas calles de sus comunidades cantando canticos y portando ramos para la bendición de estos, como recordatorio de la entrada de Jesús a Jerusalén e inicio de la Semana Santa, sin embargo se ha dispuesto que esta actividad sea suspendida y sólo se celebre la eucaristía sin fieles.
“Domingo de Ramos: No se realizará la precesión de ramos. Las comunidades que puedan transmitir estas celebraciones en beneficio de los fieles lo harán “online”, vía digital (Facebook, youtube, instagram, etc”, explicó Ozoria a los sacerdotes en una comunicación.
De igual forma, este domingo, la iglesia católica del país ha invitado a los fieles a realizar dentro de sus hogares una pequeña procesión, de ser posibles con ramos, para que estén en sintonía con las tradiciones de este tiempo.
El Jueves Santo la tradicional Misa Crismal se realizará a las nueve de la mañana en la Catedral Primada de América, como cada año, donde sólo participarán los obispos auxiliares, vicarios episcopales y los arciprestes.
El crisma y los aceites que son entregados en esa celebración para los bautismos, unción de los enfermos y otros actos religiosos, serán dados a las “zonas pastorales en el momento conveniente”.
La tarde del Jueves Santo, las distintas parroquias, quienes acostumbran a celebrar el lavatorio de los pies, la procesión con el santísimo sacramento, además de la adoración a Jesús, deberán suspender estas actividades por disposición del Vaticano.
“Los que puedan organizar la adoración por internet, será con un grupo no mayor de cuatro personas y por no más de una hora”, informó Ozoria en el comunicado.
Las distintas comunidades que realizan viacrucis, el Viernes Santo, deberán suspender esta actividad y la iglesia católica del país está invitando a todas las familias a realizarlo dentro de sus hogares.
De igual forma la celebración de las siete palabras se realizará sin la presencia de los fieles.
“En la oración universal se hará una especial intención por los enfermos, sus familiares y los fallecidos a causa del COVID-19”, recomienda monseñor Ozoria por disposición del Vaticano.
El sábado, día de la Vigilia Pascual, las parroquias que tendrán eucaristía, lo harán sin la presencia del pueblo, omitiendo la bendición del fuego para encender el Cirio Pascual (simbología de cristo resucitado, luz del mundo), además de la procesión que se realiza con el Cirio y se suspenden el bautismo de catecúmenos.
“Se enciende el Cirio y se canta el Pregón Pascual. Durante la liturgia bautismal se realizará la renovación del bautismo”, indica monseñor.
El domingo de resurrección, al igual que todos estos días, los católicos participarán de la eucaristía desde sus hogares, ya que las misas serán trasmitidas y se omite la presencia del pueblo.
El Vaticano ha dispuesto de igual forma que “las expresiones de piedad popular y las procesiones que enriquecen los días de la Semana Santa y del Triduo Pascual, a juicio del obispo diocesano, podrán ser trasladadas a otros días convenientes, por ejemplo, el 14 y 15 de septiembre”.