Miami (EE.UU.) (EFE).- El hambre por la música en español en vivo ha superado los pronósticos más optimistas, y a la par con gigantes como Taylor Swift, Beyoncé y los hermanos Jonas, las giras de artistas latinos están haciendo historia en cuanto a público e ingresos.
“La locura que se vivió al final de la pandemia en lo que se refiere a conciertos no solo no bajó como muchos decían, sino que ha aumentado. Los latinos quieren ver a sus artistas; es algo que todos tenemos claro y a lo que estamos respondiendo”, dijo a EFE el dominicano El Alfa, quien inicia en octubre en Texas su primera gran gira.
Promotores de Alejandro Sanz, Carlos Vives, Yahritza y Su Esencia, Fonseca y Becky G aseguraron a EFE que sigue en aumento la demanda por los espectáculos latinos en estadios.
Mencionaron el del humorista venezolano George Harris, quien pasó de ser conocido solo en su país a tener un espectáculo semanal en Miami y a una gira internacional que comienza este sábado en Florida y que incluirá Estados Unidos, Suramérica y España.
La empresa Live Nation registró en junio el trimestre más sólido de su historia con la ayuda de artistas latinos como el colombiano Feid, quien agotó en 14 horas las entradas para su primera gira en Estados Unidos.
“Cuando miras los top 10 de todas las giras, los artistas de música en español están ahí. Están presentes en todo el mundo, superando a muchos artistas (de habla inglesa) incluso en Suramérica, región que genera muchos ingresos”, dijo Hans Schafer, vicepresidente de Giras Latinas de Live Nation.
Un récord tras otro
En el mes que lleva con su gira “Mañana será bonito”, la colombiana Karol G ha roto un récord tras otro. Primero fue en California, donde la “Bichota” ofreció dos presentaciones en Pasadena. Cada noche atrajo unos 80.000 seguidores, con ganancias de más de 25 millones de dólares.
Además, fue la primera artista latina en llenar el Levi’s Stadium en Santa Clara, con más de 45.000 asistentes. También agotó las entradas de sus dos conciertos en el MetLife de Nueva Jersey -la primera vez que un artista latino lo logra-, con más de 70.000 asistentes por espectáculo.
El artista de música latina líder en ingresos en sus conciertos había sido históricamente Luis Miguel. Cada vez que “el Sol de México” sale de gira se coloca en la cima de los registros de asistencia y ganancias.
En su nueva gira lleva 10 conciertos en Buenos Aires en los que reunió a 110.000 personas, y otros 10 en Chile. La demanda ha sido tal que ya ha anunciado nuevas fechas para 2024. Su gira actual a finales del año por Estados Unidos.
“México por siempre tour” de 2018-19 de Luis Miguel fue la más taquillera en la historia de la música en español hasta que Bad Bunny y Daddy Yankee lo superaron el año pasado.
Otro tanto ocurre con RBD. “En países como México, Brasil y Colombia, donde artistas internacionales como Coldplay tenían récords, llegó RBD y los rompió todos. En Colombia, está realizando cuatro estadios seguidos, todos agotados”, dijo Guillermo Rosas, representante de la banda mexicana.
Nostalgia y novedad
Para Nelson Albareda, director de la promotora Loud and Live, “la nostalgia es parte de este auge de la música en vivo». Su empresa está produciendo la gira de Carlos Vives para celebrar sus 30 años de carrera, que termina el 5 de noviembre en Los Ángeles con entradas agotadas en casi todas las paradas.
Es parte de lo que alimenta la demanda por giras como las de Alejandro Sanz, Alejandro Fernández, Maná y otros artistas que llevan años sin nuevos éxitos masivos.
Para Schafer, el desarrollo de nuevos artistas y la comprensión de cómo las giras complementan su “streaming” y reproducción de videos musicales ha sido clave para el crecimiento continuo de la música latina, especialmente en Estados Unidos.
Los artistas emergentes de todos los géneros latinos, especialmente el regional mexicano, son más diversos y jóvenes, “lo que ha atraído a una nueva generación de fans que son bilingües, conocedores de la tecnología y más propensos a ser devotos de artistas de géneros fusionados”, indicó el ejecutivo.
El auge también coincide con cambios demográficos en Estados Unidos, donde los latinos ahora representan casi 20 % de la población. “Ellos quieren vivir experiencias que los conecten con su cultura”, acotó.