Los elevados acuerdos televisivos de los últimos 25 años, más la llegada de la Internet y con ella una gigantesca ventana de negocios, quitaron cuota a los ingresos de las Grandes Ligas por concepto de boletería hasta llevarla a un quinto en los reportes más recientes.
Pero la opción de comenzar la temporada 2020 sin público si las condiciones de salud lo permiten pasa por renegociar los salarios de los peloteros, ya que los equipos tienen más de una forma de “sacarle el dinero de los bolsillos” al fanático que asiste al parque.
Un informe elaborado en noviembre pasado por la consultora Morss Global Finance con datos de la temporada 2019 coloca los aportes de la TV en US$4,308 millones y los de boletería en US$2,260 MM, que representarían el 40% y US$21%, respectivamente, de los US$10,700 MM que tuvo la liga el pasado año.
El mayor gasto estuvo en las plantillas de jugadores, con US$4,166 millones, pero los clubes terminaron con un saldo favorable de US$2,402 MM al descontar los pagos de los ingresos por TV y boletería.
Son contratos vigentes para 2020, de ahí que la industria resiste el escenario de jugar sin público y con grandes índices de audiencia garantizado con la mayoría de gente en casa.
La otra vaca lechera es el MLB Advanced Media, la empresa que maneja el canal de TV por cable y de suscripción por Internet, además del comercio electrónico.
La TV internacional todavía no mueve la aguja en el negocio. Dentsu, que televisa los partidos en Japón, es el mayor cliente con US$66 millones por año. En China, LeSports paga US$5 millones.
Los Dodgers son el ejemplo obligatorio. Como el equipo que más público atrae a su parque, consiguió 78 dólares por fanático en 2019 de acuerdo con Forbes, un año en que por sus puertas entraron 3,974,309 personas.
El parqueo de Dodgers Stadium es una mina, sus 16,000 localidades suelen llenarse a un precio entre US$40 y US$60 por choque, dependiendo del tamaño del vehículo. Forbes cifra en US$185 millones sus ingresos por “puerta” cuando su nómina en el terreno alcanzó los US$193,555,333.
Pero la otra gran tajada para el conjunto californiano llega desde los acuerdos televisivos. El servicio de cable regional (Time Warner/Spectrum) le pagó US$334 millones y el nacional otros US$91 MM para totalizar US$425 MM, suficiente dinero como para cerrar las cuentas en verde aun con las tribunas vacías.
En el extremo quedaron Rockies, Marlins y Rays, con US$36 millones, por sus transmisiones locales y los otros US$91 MM por la nacional para quedar en US$127 MM, cada uno.
Como escenarios difíciles para llevar público, Miami (único que no superó el millón) y Tampa Bay solo ingresaron US$26.7 MM y US$38.8 MM por boletería (último y penúltimo), pero Colorado fue sexto en todo el béisbol con US$98.7 millones por ese capítulo.
El único equipo que presenta una relación balanceada entre los ingresos por TV y boletería es San Luis. Los Cardenales ingresaron US$115 millones en tickets y US$133 MM por la televisación de sus partidos.
En Seattle la diferencia es abismal, US$59 MM en boletas y US$156 MM en TV. Algo parecido se produce en Cleveland (US$57 MM vs US$137 MM), en Detroit (US$50 MM vs US$145 MM) y los Medias Blancas (US$54 MM vs US$143 MM).