La Policía Nacional cree que uno de los tres hombres que eran buscados por la muerte a tiros la pasada semana de la ejecutiva bancaria Julissa Campos Hernández, en el residencial Las Acasias, Santo Domingo Este, y que se entregaron el pasado fin de semana fue quien disparo contra la mujer.
Al informar la entrega el pasado domingo de Geury Antonio Pascual (Geury) y Ernick Brito Heredia (Galletica), los que se unen a Ofil Francisco Batista (Ofi), quien se entregó el pasado viernes, el vocero de la Policía Nacional, coronel Frank Félix Durán Mejía, dijo que presume que Geury es el tirador. Queda prófugo Maiky Terrero (Maiky).
“Todavía son informaciones que no están claras. No están precisas, pero hasta el momento todo indica que fue Geury (Geury Antonio Pascual) quien disparó”, señaló el portavoz policial al ser consultado al respecto.
Al descartar que el crimen se tratara de un hecho de sicariato, Durán Mejía aseguró que la estructura “es un grupo que se dedica al rompimiento de casas habitadas y comercios, a pesar de que todos tienen un amplio historial delictivo por robos en la vía pública; robos de armas de fuego, heridas por armas de fuego, y homicidios. Maiky, además de que se le busca por este caso, está prófugo por haberse escapado de una cárcel de menores”, agregó el vocero policial al instarle a entregarse por la vía que entienda pertinente.
Sostuvo que los investigadores policiales no descartan que la banda, de que forman parte los cuatro señalados, tenga más integrantes o hayan participado en el hecho más personas, por lo que continúan ampliando las investigaciones.
Campos Hernández resultó muerta la madrugada del pasado 20 del mes en curso en su residencia, tras haberse levantado de su cama a averiguar sobre un ruido que había escuchado.
La mujer de 43 años fue ultimada presuntamente por ladrones que intentaban penetrar a su residencia, pese a que está dotada de fuertes medidas de seguridad y vigilada por cámaras.
Según versiones, Campos guardaba las llaves de la bóveda de la entidad financiera.
Esta era la segunda vez que asaltantes intentaban penetrar a su vivienda.