El accidente fatídico ocurrió hace tres años, en la avenida Nicolás de Ovando, del sector de Cristo Rey, al estrellarse dos motores. A partir de ahí, ha vivido un calvario.
El que era un menor en aquel momento y hoy día ha llegado a la mayoría de edad sigue firme en sus propósitos y está en espera de que a su vida llegue un buen samaritano, alguien de gran corazón que le ayude y le devuelva a su familia y al país, poder volver a ser un joven sano que podrá nuevamente jugar fútbol, trabajar y combatir la pobreza de sus padres y hermanos.
Dice que desea volver a ser uno de los líderes de su barrio, a recobrar sus risas, las horas locas, los cumpleaños sorpresa con los vecinos, sus amigos de infancia y sus compañeros de la escuela Benito Juárez, que aún moran en el sector La Chancleta, de Cristo Rey.
“Yo le levantaré un altar en mi pecho lleno de gratitud y reconocimiento mientras viva, al dominicano que me ayude”, dice Gómez, haciendo alusión a la posibilidad de que alguien se conduela de su situación. “Sueño con ser el muchacho de antes, que trabajaba peluquería y diseñaba artículos de artesanía de cuero, y que quería ser un gran deportista”, comenta con entusiasmo, que es lo único que nunca ha perdido, pero no cuenta con los recursos económicos para su tratamiento. El joven tiene una oclusión de lesión en vasos intracraneales, con colocación de seis ‘coils’ vía endovascular, y necesita ayuda para poder seguir su tratamiento. Su número de cuenta de Banreservas es 9600735151. Puede llamar al (809) 330-1531.