Jerusalén.- Irán aseguró este domingo ante la ONU que “no tuvo otra opción” que lanzar cientos de drones y misiles contra Israel, que llamó al organismo mundial a aplicar “todas las sanciones posibles” contra Teherán.
El ataque generó preocupación mundial y llamamientos a la moderación para evitar una escalada de consecuencias imprevisibles en una región en vilo desde hace más de seis meses por la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
Israel aseguró el domingo que el ataque de la noche del sábado con drones y misiles “fue frustrado” gracias a “una coalición defensiva de aliados internacionales” encabezada por Estados Unidos.
Irán, en cambio, celebró que alcanzó “todos sus objetivos” con el ataque.
Teherán respondió así al bombardeo de su consulado en Damasco el 1 de abril, que imputó a Israel, en el cual murieron siete Guardianes de la Revolución, incluidos dos generales de esa milicia ideológica de Irán.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, advirtió que cualquier respuesta “temeraria” de Israel a su ataque del sábado conllevaría una respuesta militar “decisiva y mucho más fuerte”.
Igualmente, el embajador iraní ante la ONU, Amir Saeid Iravani, aseguró el domingo que el “Consejo de Seguridad ha fallado en su deber de mantener la paz y la seguridad internacionales”, al no condenar el ataque del 1 de abril en Damasco.
Ante ello, afirmó en una reunión de emergencia del Consejo, Irán “no tuvo más opción que ejercer su derecho a la autodefensa” al atacar a Israel.
Por su parte, el embajador israelí, Gilad Erdan, reclamó en la reunión que el Consejo de Seguridad debe “actuar” e imponer “todas las sanciones posibles a Irán antes de que sea demasiado tarde”.
“No formaríamos parte de ninguna respuesta que ellos hicieran”, declaró un funcionario de la administración del presidente Joe Biden.
En una conversación con el primer ministro israelí, Banjamin Netanyahu, Biden “dejó muy claro (…) que sí tenemos que pensar cuidadosa y estratégicamente sobre los riesgos de una escalada”, agregó el funcionario.
El portavoz militar israelí, Daniel Hagari, aseguró que el 99% de los cerca de 300 drones y misiles lanzados por Irán fueron interceptados con ayuda de Estados Unidos, Jordania y otros aliados y que los pocos que siguieron su trayectoria “golpearon ligeramente” una base militar, que sigue en operaciones.
La agencia oficial iraní de noticias Irna reportó por su lado “graves daños en la base aérea más importante del Néguev”, en el sur de Israel.
Los bombardeos iraníes dejaron 12 heridos, según los militares israelíes, entre ellos una niña de siete años, precisó un centro médico.
El Hezbolá libanés y los rebeldes hutíes de Yemen, ambos aliados de Irán, lanzaron en paralelo ataques contra Israel.
Reporteros de la AFP dieron parte de varias explosiones en Jerusalén la madrugada del domingo, mientras los habitantes buscaban refugiarse y hacían acopio de agua.
Israel ordenó el sábado el cierre de sus escuelas, pero el ejército anunció que volverían a abrir el lunes después de evaluar la situación.
Por su parte, el G7 de las principales potencias occidentales condenó “unánimemente” el ataque iraní y pidió a las distintas partes “moderación”.
“Exigimos que Irán y sus aliados cesen sus ataques y estamos listos para tomar nuevas medidas ahora, en caso de nuevas iniciativas de desestabilización”, indicó el comunicado del bloque integrado por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón. .
El papa Francisco lanzó un “llamado urgente” para detener “una espiral de violencia” que puede “arrastrar a Oriente Medio a un conflicto aún mayor”.
El ataque iraní potencia el riesgo de estallido regional presente desde el inicio de la guerra en Gaza, el 7 de octubre.
El G7 también llamó a poner fin a la crisis en Gaza mediante un “cese el fuego y la liberación de los rehenes en manos de Hamás”, el movimiento islamista en el poder en el territorio palestino.
El ejército israelí afirmó que Hamás retiene a rehenes en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, que Netanyahu planea invadir pese a la presión internacional.
La guerra estalló cuando combatientes islamistas mataron a unas 1.170 personas en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
También tomaron 250 rehenes, de los cuales 129 continúan en Gaza, incluidos 34 que se creen han muerto, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una implacable ofensiva que ya dejó 33.729 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio.
Fuente RC Noticias (Agencia AFP)