Inicio Deportes Fuerza ofensiva de los Toros que se encamina hacia el JMV

Fuerza ofensiva de los Toros que se encamina hacia el JMV

por Informador RD

Cada día, 25 minutos de lectura y meditación en solitario culminan la preparación que Peter O’Brien ejecuta previo a los partidos. Al escuchar el llamado de playball se transforma en todo un guerrero, tan voraz que este año ha azotado el pitcheo en el torneo invernal.

Tras las prácticas de los Toros, mientras sus compañeros juegan a las cartas o escuchan música en el receso, O’Brien se aparta del grupo, se dispone a leer, realiza yoga como parte de su concentración para cada encuentro.

Es de los primeros en arribar al estadio, su primera pregunta siempre es la misma. ¿ A quién nos enfrentamos hoy?, refiriéndose al lanzador. La respuesta da apertura a investigar de inmediato sobre las cualidades que adornan al abridor contrario.

Trabajador natural y consistente, dueño de una rutina tan extensa que siendo un miembro de la alineación diaria batea en el segundo grupo en los entrenamientos, pues cuando llega a esta fase hace rato que ha permanecido un tiempo en la  jaula de bateo.

Los resultados no se han hecho esperar, pues el jardinero y designado de los punteros romanenses registra un desempeño ofensivo tan devastador que lo mantiene a la vanguardia en los renglones de jonrones, 9  y empujadas con 34, en ruta de convertirse en el primer pelotero en ceñirse estas dos patas de la triple corona desde que Yamaico Navarro, su hoy compañero conectó en el 2013-14, ocho vuelacercas y produjo 38 vueltas con el Licey.

De su lado, hay que remontarse al 1995-96 para encontrar al más reciente importado  y fue Sherman Ovando con las Aguilas, quien dominó esos renglones con 7 jonrones y 31 empujadas.

“Mi preparación y dedicación ha tenido que ver mucho con mi éxito este año con los Toros, cuando vine aquí me puse varias metas a lograr y anhelaba mejorar mis estadísticas con relación a la campaña anterior”, señala el jugador, mientras conversaba con Listín Diario en momentos en que se uniformaba para el choque del lunes ante el Licey.

Aunque nació en Miami, el jugador de 29 años habla un perfecto español, producto de sus raíces latinas, pues aunque su padre Terry O¥Brien es americano, su progenitora Mercedes nació en la Habana, Cuba, lugar al que ha visitado en dos ocasiones que recuerde siendo un niño de unos 12 años.

Su madre se encargó de que hablara un perfecto español, así lo ha hecho, transformando esto a su bate que lo ranquean como un refuerzo de tanta solidez en el béisbol invernal que para muchos transita en el carril de adentro para conquistar el premio de Más Valioso.

Algo que también busca su compañero Jordany Valdespín.

Noticias Relacionadas