En el lugar se encontraban miembros de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim), de la Policía Nacional, y agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesset).
Los representantes de la Digesset llevaron una grúa, pero el cable disponible para hacer el enganchar del vehículo, y subirlo al aparato, era muy corto.
También dificultó el proceso el hecho de que no se pudo bajar el cable hacia los arrecifes, desde el borde de la autopista. Luego de haber coordinado la logística y llegar a la conclusión de que no sería posible utilizar la grúa ya instalada, oficiales del Dicrim decidieron contratar otra unidad de una compañía privada, cuyo gancho no podía bajar lo suficiente hasta alcanzar el carro. Después de varios intentos, las autoridades decidieron llevarse el aparato para colocarle un cable con capacidad para descender más profundo.