La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica de España, Teresa Ribera, impulsa una declaración, que han firmado otros 20 ministros de medio ambiente iberoamericanos, en memoria del ministro dominicano Orlando Jorge Mera, asesinado recientemente.
El documento, que han secundado también 42 exministros españoles y latinoamericanos, muestra «afecto, admiración y duelo» por Jorge Mera, que se sumó la semana pasada «a la triste lista de activistas, fiscales, guardas forestales, periodistas o personas pertenecientes a minorías indígenas asesinadas por defender la naturaleza».
Cuatro días antes de su muerte, Jorge Mera participó en una reunión internacional que conmemoraba la cumbre de Estocolmo de 1972, donde se fijaron por vez primera objetivos globales contra la huella ambiental del crecimiento económico.
Estaba «comprometido con el multilateralismo y la cooperación internacional como medios para afianzar un marco de gobernanza ambiental global», destaca la declaración promovida por la ministra española.
Jorge Mera preparaba «con ilusión» la organización de la XI Conferencia Iberoamericana de ministros de medio ambiente, prevista en Santo Domingo en el mes de julio.
Sin embargo, fue asesinado en su despacho, «en el ejercicio de sus funciones de protección, conservación y restauración del medio ambiente como máximo responsable público de su país en la materia», lamentan los firmantes, que recuerdan que solo en 2020 murieron 227 defensores ambientales, según el último informe de Global Witness.
Según el expediente del Ministerio Público, el autor confeso del crimen, Miguel Cruz, se habría quejado de que el ministro rechazó un permiso para exportar cinco mil toneladas de baterías usadas que solicitó a nombre de su empresa Aurum Gavia. Finalmente se reunió con Jorge Mera y le dio «seis disparos».
«Su sentido de la responsabilidad le llevó a impulsar con pasión y determinación la transición ecológica de su país hacia un modelo sostenible en equilibrio con la naturaleza», según el escrito firmado por ministros y personalidades como el secretario general iberoamericano, Andrés Allamand.