PUNTA RUCIA, PUERTO PLATA.- En nuestro recorrido por La Ruta del Atlántico, hicimos una parada obligatoria: Cayo Arena, uno de los lugares más hermosos y paradisíacos de la Republica Dominicana.
Cayo Arena, cuyo nombre real es Cayo Paraíso, es un islote de coral ubicado al Noroeste de la República Dominicana frente a las costas de Puerto Plata en Punta Rucia, en medio del océano Atlántico.
En los manglares se producen las ostiones que a juicio del capitán de la embarcación Juan Carlos, ayuda a “la moral del hombre”.
Los manglares forman importante hábitat para la fauna. Aquí se crían muchas especies de peces y otros organismos marinos. Asociado a los manglares está el ostión de manglar (Crassostrea rhizophorae), importante recurso pesquero de la zona, así como cangrejos.
El disfrute se inicia desde el abordaje al bote o lancha rápida, seguido de la arena blanca, aguas cristalinas hasta concluir con una navegación por la piscina natural y los manglares de Montecristi.
Ese banco arenoso que frecuentemente es visitado por cientos de turistas nacionales y extranjeros, es un regalo de la naturaleza, un verdadero paraíso. Este cayo se encoje y se expande dependiendo de pleamar. Sola, mar y arena.
Está ubicada entre las provincias de Puerto Plata y Montecristi, aún entre sus moradores se discute a cuál de las dos provincias pertenece, aunque el mapa geográfico de la República Dominicana la registra en Puerto Plata.
El color de las aguas en sus alrededores varía dependiendo de la profundidad, sus colores van desde azul claro a azul oscuro, bajo un atardecer que no se presenta en ningún otro lugar.
Seis enramadas son el único cobijo del candente sol que algunas turistas lo aprovechan para dorar su piel.
Al regreso de Cayo Arena, viene la atracción del paseo por los manglares de Montecristi, denominado por los pescadores y capitanes de botes los policías del agua porque protegen el ecosistema y sirven de protección a las embarcaciones en tiempo de tormenta.
Juan Carlos nos cuenta que los manglares también sirven de protección de los peces que van a desovar y cuidarse de los depredadores marítimos.