En medio del peor escenario que ha enfrentado el béisbol en décadas la representación dominicana en Grandes Ligas comenzó el curso triturando su propio récord de “exportación”, aunque tocado en el bolsillo, como la mayoría de personas en el planeta, estos días. Los equipos inscribieron a 97 peloteros quisqueyanos en sus planteles activos al día inaugural, si bien Diego Castillo se bajó del grupo horas más tardes para instalarse en la lista de lesionados.
Una condición, lastimados, en la que arrancaron 13 criollos. La marca de 97 tritura los 92 que arrancaron en 2019 dentro de las nóminas activas, cuando todavía se limitaba a 25 hombres. A partir de esta campaña será de 26, pero este año comenzó con 30, bajará a 28 dentro de dos semanas y en un mes se fijará en 26.
De esos 900 jugadores presentados a la oficina del comisionado los dominicanos representan el 10.77%, un porcentaje que supera incluso a los afroamericanos y lo consolida como la primera minoría, detrás solo de los anglosajones. Venezuela, segundo exportador de talento al Big Show, comenzó el año con 65 entre los activos y Puerto Rico llevó 35.
Salvo los Cachorros de Chicago, en cada equipo habrá al menos uno con matrícula dominicana. Curiosamente el otro equipo de la Ciudad de los Vientos, los Medias Blancas, tendrá la mayor cifra dominicana, con siete. Los lanzadores representan casi la mitad del grupo con 45, 43 de ellos derecho. El resto se reparte entre jugadores del cuadro (26), jardineros (16), utility (6), receptores (4) y bateadores designados (2).
Los peloteros devengarán este año el 37% de lo que tenían proyectado en marzo cuando la liga cerró en plena fase de entrenamientos como medida preventiva ante el COVID-19.
El caso dominicano, el grupo de 110 jugadores que inicia la campaña con contrato totaliza US$156,013,756, de acuerdo al sitio especializado en contratos deportivos Spotrac. Hay otros US$3,324,297 contemplados en los pactos que firmaron nueve del cerca de un centenar de jugadores que se encuentra en los rosters de 60 hombres y que no empieza el año “arriba”.
Una división matemática arrojaría un ingreso promedio para este grupo de jugadores de US$1,418,306 por cabeza. Pero en realidad solo 34 tienen pactos que alcanzan los siete dígitos y otros dos (Manny Machado y Albert Pujols) llegan a los ocho.
Hay 60 peloteros de esos cuyos ingresos por los 60 partidos que tendrá la campaña será inferior a medio millón de dólares, la cifra cercana al mínimo en una campaña normal de 162 choques.
En marzo, los quisqueyenaos con contratos garantizados tenían acordados unos US$398 millones.