Santo Domingo (EFE).- El dengue sigue al alza en República Dominicana, donde en la última semana se han registrado 1.093 casos sospechosos, lo que eleva a 7.222 los contagios contabilizados en el país en lo que va de año, informó este miércoles el Ministerio de Salud Pública.
Aunque las hospitalizaciones por la enfermedad se encaminan a la “desaceleración”, hay más casos sospechosos de dengue porque, frente a los 966 reportados oficialmente del 28 de agosto al 6 de septiembre, ahora se contabilizan casi 1.100.
Según dijo en rueda de prensa el viceministro dominicano de Salud Colectiva, Eladio Pérez, este año se han confirmado seis por muertes por dengue y se investigan otros diez fallecimientos, lo que sitúa la letalidad por la enfermedad en el 0.08 por ciento.
Pérez indicó que se están ajustando los criterios para revisar y actualizar el protocolo de vigilancia y de atención del dengue, cuya incidencia suele aumentar en los meses de verano, que coinciden con la época más húmeda en el Caribe, lo que facilita la proliferación del mosquito Aedes aegypti.
Por su parte, el ministro dominicano de Salud Pública, Daniel Rivera, indicó que se continúa fumigando y retirando chatarra, dentro de las medidas preventivas para combatir la proliferación del Aedes aegypti, mosquito transmisor de esta enfermedad y de otras como el chikunguña y el zika.
Instó a los ciudadanos a adoptar medidas preventivas en sus hogares y a acudir a los centros asistenciales si presentan algún síntoma de la enfermedad porque, subrayó, “nadie debe morir de dengue».
El 6 de septiembre las autoridades sanitarias confirmaron que República Dominicana atraviesa un “brote epidémico de dengue”, un día después de que el Colegio Médico Dominicano alertara de que “hay dengue en todo el país” y se cierne “un gran brote».
Salud Pública mantiene la alerta epidemiológica emitida el 24 de mayo y exhorta a las familias a eliminar los posibles criaderos, mantener limpios los entornos y untar cloro a los tanques y envases donde se almacena agua, tapándolos bien para evitar que se reproduzcan las larvas que luego se convertirán en mosquitos.