Una joven puertorriqueña, de 27 años, estaba a punto de cumplir el sueño de su vida, ser madre, pero su pareja, el dominicano Luis Eduardo Terrero Gómez, la mató el 31 de diciembre a puñaladas, siete días después de que llegara a Quisqueya a traerle la noticia.
El asesinato de Angerilis Marrero García se produjo en la casa de Terrero Gómez, en el sector de Villa Carmen, en Santo Domingo Este, y el cuerpo desnudo, lleno de sangre y con las manos sobre el vientre, fue mostrado a su madre, Mildred, según contó la dama en una entrevista a Telemundo.
Los restos de su hija menor están en Santo Domingo, y el clamor de Mildred al Departamento de Estado de Estados Unidos y a las autoridades de Puerto Rico es que el confeso asesino sea extraditado a Estados Unidos para que lo juzguen las autoridades de esa nación y los restos llevados a Borinquén para una “cristiana sepultura”.
El juez de Atención Permanente de Santo Domingo Este, Bernardo Coplín, dictó una media de coerción de tres meses de prisión preventiva