Medios de prensa locales reproducen este lunes fragmentos de un memorando enviado por el gobernante al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, con una extensa relación en la que figuran también Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Haití.
Asimismo, están Honduras, la India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela entre los principales territorios de tránsito o elaboración de estupefacientes en el mundo, según Washington, donde el consumo de estupefacientes arruina el futuro de miles de personas todos los años.
De acuerdo con el memorando, la presencia de un país en esa relación «no es necesariamente un reflejo de los esfuerzos antidroga de su gobierno o del nivel de cooperación con Estados Unidos», y subraya que no se trata de «una sanción».
Explica el documento que para la elaboración de la lista se tiene en cuenta una «combinación de factores geográficos, comerciales y económicos que permiten que las drogas ilícitas circulen o sean producidas, incluso si un Gobierno implementa estrictas medidas de control antinarcótico».
Aunque el gobierno dominicano no se ha pronunciado sobre este particular, el presidente Luis Abinader ha reiterado en múltiples escenarios que el país ejecuta nuevas estrategias como parte del fortalecimiento de la lucha contra el narcotráfico.
Sin embargo, eso no impide que las drogas ingresen al territorio nacional por diferentes vías, incluido desde Estados Unidos, pese a las labores de prevención.
Fuentes oficiales informaron en marzo de este año que en 2023 se incautaron en la República Dominicana 16.05 millones de gramos de distintas sustancias ilícitas, además de bienes muebles e inmuebles, dinero y vehículos, entre otras propiedades, ocupadas a redes criminales, lo que representa un récord histórico para el país.
Estudiosos de esta materia coinciden en señalar que el narcotráfico es una problemática recurrente en Estados Unidos y, sobre todo, un negocio que mueve miles de millones de dólares.
Fuente Prensa Latina