Inicio Internacionales Discución de Trump a Zelenskyy muestra límites de aliados occidentales para influir en el líder de EEUU

Discución de Trump a Zelenskyy muestra límites de aliados occidentales para influir en el líder de EEUU

por Informador RD

WASHINGTON. — Bastaron 90 segundos para que semanas de tortuosa diplomacia se desmoronaran de forma espectacular.

La reprimenda de Donald Trump al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, en el Despacho Oval el viernes expuso los límites de la presión de los aliados de Estados Unidos para cambiar la determinación de Trump de poner fin a la invasión ruso, aunque los términos no sean del agrado de Kiev.

También subrayó la forma en la que Trump se siente envalentonado para redirigir las prioridades de la política exterior estadounidense hacia su agenda de “Estados Unidos Primero”, de maneras que van mucho más allá de las de su tumultuoso primer mandato.

La repentina bronca fue el intercambio público de declaraciones más acalorado que se recuerda entre líderes mundiales en el Despacho Oval, ya que el habitual trabajo comedido de la diplomacia dejó paso a acusaciones, gritos y gestos de desprecio.

El encuentro puso en peligro el futuro de la relación entre Estados Unidos y Ucrania, así como la capacidad de Kiev para defenderse en el brutal conflicto con Rusia.

“O llegan a un acuerdo o nos retiramos”, dijo Trump a Zelenskyy, subrayando su intención de dictar un rápido final para la guerra o dejar a su viejo aliado sin su principal respaldo.

El sábado, Zelenskyy agradeció al “pueblo estadounidense” y a su liderazgo y expresó su esperanza por lograr unas “relaciones sólidas”.

En una serie de publicaciones en la red social X el sábado, Zelenskyy indicó que los ucranianos están “muy agradecidos a Estados Unidos por todo el apoyo”, y dio las gracias específicamente a Trump y al Congreso, además de al “pueblo estadounidense”.

“Nuestra relación con el presidente estadounidense es más que la de dos líderes: es un vínculo histórico y sólido entre nuestros pueblos (…) El pueblo estadounidense ayudó a salvar a nuestro pueblo”, afirmó. “Solo queremos relaciones sólidas con Estados Unidos y espero que las tengamos”.

Tras su abrupta salida de la Casa Blanca, Zelenskyy llegó a Reino Unido el sábado, donde tiene previsto reunirse con el primer ministro británico, Keir Starmer, más tarde en el día.

El sorprendente episodio culminó una semana de esfuerzos, en gran medida fútiles, por parte de los aliados de Estados Unidos para suavizar las diferencias entre Washington y Kyiv y tratar de alejar a Trump de su coqueteo con Moscú.

El lunes, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió con Trump para sentar las bases de una eventual fuerza de mantenimiento de paz liderada por Europa en Ucrania, pensada para disuadir futuras agresiones rusas y a alentar al líder estadounidense a ser más escéptico con respecto a su homólogo Vladímir Putin.

Pero mientras Trump y Macron se saludaban con un firme apretón de manos, en Naciones Unidas Washington se alejaba de sus aliados europeos al negarse a culpar a Rusia por su invasión de Ucrania en una serie de resoluciones con motivo del tercer aniversario de la guerra.

El jueves, el primer ministro británico Starmer visitó Washington e instó a Trump a brindar un “respaldo” estadounidense a los países europeos que proporcionarían seguridad en primera línea a Ucrania. En esencia, buscaba garantías de que, si se alcanzase un acuerdo de paz, Rusia no reanudaría los combates en el futuro. Starmer lanzó halagos y una invitación del rey Carlos III para una visita de Estado para suavizar el pedido.

El enfoque pareció funcionar, ya que Trump adoptó un tono más conciliador hacia Ucrania, calificando el apoyo de Washington al país frente a la invasión rusa como “algo muy digno de hacer” y negando cualquier recuerdo de haber calificado al líder ucraniano de “dictador”.

Pero Trump también ignoró las promesas diplomáticas incumplidas por Putin en el pasado, alegando que se hicieron con otros presidentes y que nunca había violado un compromiso con él. Esto ocurrió mientras sus asesores planeaban una serie de negociaciones con funcionarios del Kremlin para sentar las bases para un posible encuentro entre Trump y Putin en las próximas semanas.

Al mismo tanto, Trump se centraba en asegurarse una participación financiera en los minerales críticos de Ucrania para recuperar las decenas de miles de millones entregados a Kiev para su defensa. Zelenskyy, por su parte, quería más que las vagas promesas de Washington de que Estados Unidos trabajaría para preservar su interés económico en Ucrania en virtud del acuerdo y presionó para obtener garantías de seguridad más concretas.

Pero Trump no cedió y los funcionarios estadounidenses dijeron repetidamente que Zelenskyy no sería bienvenido para discutir el impulso del presidente para las negociaciones con Rusia hasta que firmara el acuerdo. Tras semanas de presiones, el gobierno de Zelenskyy aceptó formalmente la propuesta el miércoles, lo que despejó el camino para la reunión del viernes.

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