RÍO DE JANEIRO.- — Los líderes de las 20 mayores economías del mundo pidieron el lunes un pacto global para combatir el hambre, más ayuda para la devastada Gaza y el fin de las hostilidades en Oriente Medio y Ucrania, en una declaración conjunta cargada de generalidades pero escasa en detalles sobre cómo lograr esos objetivos.
La declaración conjunta fue respaldada por los miembros del grupo, pero no alcanzó la unanimidad completa. También solicitaba un futuro impuesto global a los multimillonarios y reformas que permitan la expansión futura del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas más allá de sus cinco miembros permanentes actuales.
Al inicio de la reunión de tres días que termina formalmente el miércoles, los expertos dudaban que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pudiera convencer a los líderes asistentes para llegar a algún acuerdo en una reunión plagada de incertidumbre sobre el próximo gobierno del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y las crecientes tensiones globales por las guerras en Oriente Medio y Ucrania.
Argentina desafió algunos de los términos en los borradores iniciales y fue el único país que no respaldó el documento completo.
“Aunque genérica, es una sorpresa positiva para Brasil”, dijo Thomas Traumann, consultor político independiente y exministro brasileño. “Hubo un momento en que existía el riesgo de no tener declaración alguna. A pesar de las reservas, es un buen resultado para Lula”.
Condena de las guerras y llamadas a la paz, pero sin señalar culpables
Justo un año después del ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, la declaración se refirió a la “situación humanitaria catastrófica en Gaza y la escalada en Líbano” y subrayó la urgente necesidad de expandir la asistencia humanitaria y proteger mejor a los civiles.
“Afirmamos el derecho palestino a la autodeterminación, reiteramos nuestro compromiso inquebrantable con la visión de la solución de dos Estados donde Israel y un Estado palestino convivan lado a lado en paz”, indicó.
El documento no mencionó el sufrimiento de Israel ni a los aproximadamente 100 rehenes aún retenidos por Hamás. Israel no es miembro del G20. La guerra ha matado hasta ahora a más de 43.000 palestinos en Gaza, según funcionarios de salud locales, y a más de 3.500 personas en Líbano tras la ofensiva de Israel contra Hezbollah, según el Ministerio de Salud de Líbano.
El reconocimiento omitido del sufrimiento de Israel parecía contravenir el respaldo constante del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al derecho de Israel a defenderse.
Es algo que Biden siempre menciona en público, incluso cuando habla de las penurias que sufren los palestinos.
Durante una reunión con los líderes del G20 antes de que se concretara la declaración, Biden expresó su opinión de que Hamás es el único culpable de la guerra y pidió a los líderes que “aumenten la presión sobre Hamás” para aceptar un acuerdo de cese al fuego.
La decisión de Biden de aliviar las restricciones de misiles estadounidenses de largo alcance para que Ucrania pueda atacar el interior del territorio ruso también influyó en las reuniones.
“Estados Unidos apoya firmemente la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Todos en esta mesa, en mi opinión, deberían hacerlo también”, dijo Biden durante la cumbre.
El presidente ruso, Vladímir Putin, no asistió a la reunión y en su lugar envió a su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov. Putin ha evitado evento similares desde que la Corte Penal Internacional emitió una orden que obliga a los estados miembros a arrestarlo.
La declaración del G20 destacó el sufrimiento humano en Ucrania y hacía una llamada a la paz, sin nombrar a Rusia.
“La declaración evita señalar a los culpables”, dijo Paulo Velasco, profesor de relaciones internacionales en la Universidad del Estado de Río de Janeiro. “Es decir, no hace ninguna mención crítica de Israel o Rusia, pero destaca las dramáticas situaciones humanitarias en ambos casos”.
AP