El gobierno cubano aseguró el jueves que no aceptará las presiones que buscan asfixiar su economía para lograr cambio de modelo político tras la entrada en vigor de las nuevas sanciones impuestas por el presidente estadounidense Donald Trump.
Al mismo tiempo ratificó su alianza con Venezuela, su principal socio comercial e ideológico en el continente.
“La pretensión continúa siendo arrancarle concesiones políticas a la nación cubana mediante la asfixia de la economía y el daño al nivel de la población”, expresó un comunicado difundido por la cancillería. “Las medidas buscan también impedir que el pueblo de los Estados Unidos conozca la realidad cubana y derrote así el efecto de la propaganda calumniosa que a diario se fabrica contra nuestro país”.
Trump prohibió los viajes de los cruceros a la isla y suspendió la categoría de visitas “pueblo a pueblo” que usaban la mayoría de los estadounidenses para arribar a la isla.
“Cuba no se dejará amedrentar, ni distraer de las tareas esenciales y urgentes del desarrollo de nuestra economía y la construcción del socialismo”, agregó el comunicado oficial que reiteró la solidaridad de la isla con el mandatario venezolano Nicolás Maduro.