La variante de sensaciones en torno a un posible regreso de la NBA parece que se ha frenado para instalarse definitivamente en el optimismo.
Al menos eso es lo que se desprende en el entorno de las 30 franquicias de cara a la reunión que mantendrán en las próximas horas y que será clave para decidir el futuro inmediato de la temporada 2019-2020.
Un encuentro telemático entre los 30 propietarios y que contará con la presencia de Adam Silver, comisionado de la liga, quien ha reiterado siempre que la intención de todos los actores involucrados en la NBA es la de retomar y terminar el curso en juego siempre y cuando se den las condiciones sanitarias para ello.
Propietarios, jugadores, directivos y agentes son optimistas con que podrá retomarse el curso tal como informó el periodista Sam Amick en The Athletic: “Los propietarios cada vez creen más que la posibilidad de salvar esta temporada es real”.
La confianza en retomar la normalidad llega en uno de los peores momentos de esta crisis sanitaria en Estados Unidos. El país norteamericano tiene más positivos que ningún otro país en el planeta (630.000) y la cifra de fallecidos supera los 28.000.
Sin embargo, las conversaciones mantenidas en las últimas horas entre varios propietarios, agentes y jugadores parecen ir por buen camino para que el baloncesto vuelva a las canchas. “La gente de baloncesto está comprometida con eso, quieren jugar”, asegura un jugador que ha preferido mantener el anonimato en el reportaje de Amick.
Donald Trump ha formado un equipo de las personas más poderosas en el deporte de los EE. UU. con el fin de que ejerzan como asesores para que el país vuelva a funcionar.
El regreso no sería a una NBA tal y como la conocemos. Para empezar, y es un punto en el que todas las partes están de acuerdo, es que los partidos se disputarían sin público. La temporada terminaría con las gradas vacías y sólo con la presencia de los actores esenciales para jugar un partido en condiciones y así mantener la pandemia bajo el mayor control posible.