SAN PEDRO DE MACORÍS.- En una audiencia que se prolongó por más de diez horas, cinco acusados de secuestrar, asesinar y lanzar a una fosa los cadáveres de al menos cinco choferes, en esta provincia y otros puntos de la región Este, fueron hallados culpables y sentenciados anoche a 30 y 20 años de prisión y al pago de una indemnización de más de 200 millones de pesos.
Los condenados a 30 años, por el Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Departamento de Justicia, son Hugo Antonio Zorrilla Alfonseca y Radhamés Ramírez, que cumplirán la condena en San Pedro de Macorís, mientras que los condenados a 20 años por complicidad fueron Luz Divina Martínez Pimentel, Jaime Valentín Encarnación Figuereo y Samuel de Jesús Fortuna Peña (Samuel o Bocio).
Los jueces descargaron a Hanssel Mercedes, chofer de David, contra quien no se presentaron pruebas suficientes que lo comprometieran penalmente.
Los jueces Juezas Kenia del Pilar Tavárez Henríquez, Haydeliza Ramírez Henríquez y Juan Guilamo, en su dictamen, establece que los procesados cumplirán sus penas en las cárceles de Najayo, La Victoria y los demás en el CCR-San Pedro de Macorís.
El Ministerio Público estuvo representado por los fiscales Claudio Cordero, Brenda Jabalera y Digna Consuelo Ortíz.
Un total de 24 testigos fueron presentados por el Ministerio Público, lo que fortaleció el proceso, para lograr las condenas por el Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Departamento de Justicia
Jaime Valentín Encarnación era tenido como la persona que servía de canal para la negociación en Haití de los vehículos sustraídos a las víctimas.
El grupo era acusado de las muertes de los chóferes Vidal Dionisio Berroa Manzueta, Jary Wilson Rodríguez, Germán Arredondo Quezada y David Polanco.
En sus conclusiones los fiscales dijeron que los imputados se constituyeron en asociación de malhechores, para realizar robos agravados, utilizando armas de fuegos.
El Ministerio Público de San Pedro de Macorís solicitó condenas de 30 y 20 años de prisión contra seis de los imputados de robo, tortura y asesinatos contra varios choferes que luego fueron lanzados en una fosa común en Boca Chica.