La medicina preventiva es la principal estrategia que tienen a mano los sistemas de salud para detectar a tiempo condiciones médicas que conllevan a enfermedades. Con ello no sólo se disminuyen las estadísticas de muertes, sino que se evitan sufrimientos humanos y se reducen grandemente los gastos en salud.
De ahí que la atención primaria o el primer nivel de atención cobran cada vez más fuerza en los esquemas sanitarios. En República Dominicana las leyes sanitarias también lo contemplan, pero como ocurre con muchas otras legislaciones, sus mandatos quedan como letra muerta.
El Sistema Dominicano de Seguridad Social, amparado en la Ley 87-01, establece el primer nivel de atención como la puerta de entrada al sistema, pero a 16 años de su promulgación, no se ha dado un primer paso para ello. El Estado ha ido construyendo e inaugurando Unidades de Atención Primaria y Centros Diagnósticos de Primer Nivel, que en la mayoría de los casos quedan cerrados, sin funcionamiento por largos meses.
Mientras tanto, los hospitales se masifican y la medicina privada se hace cada día más costosa. En esas condiciones, con mucha frecuencia se escucha a autoridades y especialistas de las diferentes ramas médicas hablar de la importancia del chequeo médico preventivo, el cual se aconseja por lo menos una vez al año en caso de personas sanas, cuya periodicidad debe llevarse con mayor rigor luego de cumplir los 40 años, sin importar sea hombre o mujer.
¿Pero cómo se le pide a una población, cuyo salario en más de un 60 por ciento de los casos, no excede los 15 mil pesos mensuales, que se practique cada año un chequeo preventivo?. La pregunta la hacemos porque es sabido por todos que las citas en los establecimientos de salud públicos duran meses para otorgarse, y a nivel privado, los centros de salud más importantes tienen en sus ofertas de servicios planes o chequeos preventivos, que aunque muy eficientes, son costosos. Para acceder a alguno de ellos la inversión mínima que debe hacer el paciente ronda los 20 mil pesos.
Cumplir con los requerimientos de chequeos preventivos, acudiendo a especialistas particulares privados, también requiere de que el interesado disponga de dinero en el bolsillo, aunque tenga en sus manos una tarjeta de aseguramiento médico.
Sólo algunos ejemplos. En caso de las mujeres, el chequeo anual con el ginecólogo, que para ser completo además del Papanicolaou debe incluir pruebas clínicas e imágenes diagnosticas de mama, pelvis, tiroides y abdomen, le obliga a disponer de un mínimo de 8,000 pesos, para cumplir con los co-pagos.
Lo mismo ocurre con el hombre cuando acude al urólogo a practicarse el tan necesario chequeo preventivo de la próstata, para sólo citar el más requerido, o con ambas poblaciones cuando acuden al cardiólogo a evaluarse su presión arterial y examinar su corazón, en un país donde las enfermedades cardiovasculares ocupan la primera causa de muerte.
Entonces de ahí la inquietud. ¿Chequeo médico preventivo ¿Y cómo $ en RD?