Las ayudas y donaciones humanitarias que por el impacto del coronavirus están aportando los candidatos presidenciales, serán consideradas como gastos de campaña, y como tal deberán ser consignadas en las rendiciones de cuentas.
La información la dio a conocer el presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán, al participar en el foro virtual “Elecciones en Tiempos de Pandemia”, auspiciado por la Organización de Estados Americanos (OEA), donde precisó que el COVID-19 dio paso a la modalidad de ayudas donde se han visto muy activos algunos candidatos a la presidencia.
“Pero ojo, tienen una limitación, en la misma resolución que dictó la Junta Central Electoral posponiendo la elección para el día 5 de julio, también dijo que los límites de topes de gastos estaban presentes, vigentes, porque están tanto en la Ley Electoral, así como en las resoluciones dictadas por la Junta y estos auxilios o ayudas humanitarias también iban a ser considerados, eso lo dispuso la resolución, como dentro del límite de los topes de gastos”, enfatizó.
En consecuencia, Castaños Guzmán aseveró que las informaciones de esos gastos han de estar en las declaraciones que deberán rendir cuando termine la campaña electoral.
A su juicio, la pandemia representa un gran reto para los órganos electorales como tal y que están viendo la experiencia de Corea del Sur que celebró elecciones recientemente en tiempo de coronavirus.
División horario de votación
La segregación por sexo del horario de votación en el país, es un asunto histórico que precisa ser analizado, según Castaños Guzmán.
Indicó que ya tuvieron la experiencia de dividir por sexo la jornada electoral, lo que terminó siendo eliminado.
“Tenemos que ver cómo el horario de ese día se extiende. En este caso, estoy buscando las razones y quisiera que alguien me convenza de que siendo el mismo día tengamos a las mujeres por la mañana y a los hombres por la tarde, en función al problema del COVID”, destacó.
Refirió que no están cerrados, sino que buscan el amplio consenso para lograr unas elecciones sin impugnaciones, pues bien podrían argumentar representantes de los géneros que los están excluyendo.
Reconoció que puede resultar corta la jornada de votación de siete de la mañana a cinco de la tarde y quizás el mismo protocolo sanitario los obligue ampliar el horario.