Santo Domingo (EFE).- La calma impera este viernes en el paso fronterizo de Dajabón en la primera mañana de cierre total de la frontera dominicana con Haití, decretado por el presidente Luis Abinader en represalia a la construcción, desde el lado haitiano, de un canal de riego en el río Masacre.
A las 6-00 de la mañana (10-00 GMT), hora habitual de apertura, las puertas del paso fronterizo permanecieron cerradas, sin que se hayan registrado movimientos en ninguno de los dos lados de la línea divisoria, según pudo comprobar EFE sobre el terreno, donde se ha incrementado la presencia militar por parte de República Dominicana.
La falta de actividad choca con el trasiego habitual de los viernes que, junto a los lunes, son días de mercado binacional, actividad comercial entre ambos países cuya cancelación acarreará consecuencias económicas para los comerciantes dominicanos y problemas de abastecimiento para los compradores haitianos.
Para paliar las pérdidas que significará para los productores dominicanos la suspensión del mercado binacional, el Gobierno anunció que adquirirá sus productos y los destinará a programas sociales.
El conflicto por la construcción de la toma de agua comenzó su escalada a principios de septiembre cuando el Gobierno dominicano exigía la paralización de la obra que, según respondieron las autoridades de Haití, es una iniciativa privada que nada tiene que ver con el Gobierno.
La paralización de la emisión de visas a ciudadanos del país vecino fue una de las primeras acciones anunciadas por el Gobierno dominicano para forzar la suspensión de los trabajos de la toma de agua, y se marcó de plazo hasta este jueves 14 de septiembre para llegar a un acuerdo que, de no producirse, llevaría al cierre total de la frontera, tal y como ha ocurrido.
La confirmación del bloqueo fronterizo -marítimo, terrestre y aéreo- por parte del presidente Abinader se produjo el jueves mientras se desarrollaba una reunión de la Comisión Binacional convocada para resolver la situación por la vía del diálogo, conversaciones que se iniciaron en la víspera.
La medida se prolongará “el tiempo que sea necesario para que esa acción, esa provocación, sea eliminada”, dijo el mandatario dominicano, en referencia al canal que, según sus propias palabras, se está ejecutando de manera informal y artesanal.
Además, se decretó la prohibición de entrada al país de nueve haitianos, entre ellos exfuncionarios, antiguos legisladores y el considerado “patrocinador” del canal objeto de polémica, Camiel Samson, y la Junta de Aviación Civil dominicana anunció la suspensión de todas las operaciones aéreas de carga y pasajeros desde y hacia Haití.
Ante estas acciones, Haití defendió su soberanía sobre la explotación de sus recursos naturales, por lo que, “al igual que la República Dominicana, con la que comparte el río Masacre, tiene pleno derecho a realizar capturas (tomas de agua) allí, de conformidad con el acuerdo (bilateral) de 1929”, texto al que las autoridades dominicana han aludido en todo momento para señalar la ilegitimidad de las obras.
A continuación, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Haití citó al embajador dominicano Miguel Faruk para una reunión este viernes 15 en la sede de la Cancillería, previsiblemente para abordar este asunto, aunque desde la Cancillería haitiana no han dado información sobre el encuentro.